Restaurantes de la zona mantienen el precio de sus platillos a pesar del alto precio en el kilo de camarón y pulpa de jaiba, situación que les pega a sus muy bajas ventas, aseguró el chef Enrique de Jesús Martínez Escobedo, miembro del Club de Cocineros de México.
Dijo que no pueden por el momento elevar sus costos porque la pandemia impide que exista liquidez.
“El camarón pacotilla, sube ya sea por la veda o porque no hay, ahora la pulpa de jaiba ha comienza a escasear, y todo es por las lluvias, o por tiempo de frío; la pulpa de jaiba está a 50% de su valor, y las ventas van bajando a raíz del semáforo rojo, pero todos tratamos de mantenernos”, comentó.
Resaltó en que todos los negocios están pasando por una situación difícil, que de una u otra forma se adaptan para sobrevivir, porque no solo este tipo productos tienen precios elevados, toda vez que el aguacate, es otra de las cosas que cuesta caro.
“Afecta en la utilidad del platillo, normalmente cuando se costea un platillo en el ámbito restaurantero siempre se toma el precio más alto en cuestión de mercadeo para cuando nos sucede esto con el camarón y la pulpa de jaiba nuestros precios no suban”.
El chef reconoció que sin duda las vacaciones trajeron buenas expectativas, pero con la cuestión del cambio en el semáforo epidemiológico, vuelven a caer.
“Nos seguimos manteniendo en el margen de utilidad y de venta, aunque tenemos que tomar en cuenta que otro de los aspectos es el semáforo epidemiológico, la entrada a escuelas porque deben pagar colegiaturas y comprar útiles escolares; la parte restaurantera está sumamente afectada, con las vacaciones de verano trajo clientes lo que fue una buena entrada económica, pero volver a semáforo rojo, volvemos a caer”, dijo.
Confía en que septiembre, el mes patrio traiga consigo un mejor panorama y que las decisiones que emita el Comité de Seguridad y Salud permitan horarios flexibles, con menos restricciones porque la crisis financiera está impactando en tantos restaurantes de la región.