El robo de gas LP a ductos que cruzan por los estados de Puebla y Tlaxcala, alcanzó los 2 mil millones de pesos este año, lo que representó el 15 por ciento de las pérdidas por este ilícito en el país, denunció el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), Carlos Serrano Farrera.
En entrevista, expuso que esta práctica ilícita repuntó de manera significativa en 2018, por lo que las empresas gaseras optaron por cancelar rutas de reparto al no haber condiciones óptimas de seguridad.
Detalló que el robo de combustibles es un problema generalizado en todo el país, pero en particular, la sustracción ilegal de gas LP se concentra en el triángulo que conforman los estados de Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
“El robo de combustibles en el país llegó a los 70 mil millones de pesos, no tiene precedentes esa cifra, es un daño patrimonial para Pemex y nuestro país que tiene graves consecuencias. De ese monto estimamos que 13 mil millones de pesos corresponden a gas LP, que corresponden a 28 mil toneladas de producto robado todos los meses. En años anteriores hemos visto problemas por robo de gas, nunca habían sido tan alarmantes como ahora. Deben tomarse medidas serias”, señaló.
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Detalló que el robo de hidrocarburo se detecta tanto a ductos de Pemex como a camiones que realizan el reparto de gas, producto que después es vendido por delincuentes a costos mucho más bajos, sin cumplir con reglas de seguridad, lo que representa un riesgo tanto para quienes realizan esta práctica como para los consumidores.
“Cualquier empresa establecida que vende formalmente gas de manera formal, tiene que cumplir costos normativos, gastos de mantenimiento, capacitación, pago de impuestos, y con una persona que roba gas, le cuesta cero y lo vende mucho más barato y gana diez veces sin cumplir ninguna norma, sin invertir en seguridad, en uniformes, es un mercado informal”.
AMV