Contrario a lo que dice la Secretaría de Hacienda, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), aseguró que el aumento al salario mínimo de 20 por ciento en 2020, con lo que llegará a 123.22 pesos diarios, tendrá un impacto en el empleo y en la inflación, y hay que notar que el empleo ya se ha estado desacelerando.
“¿Un nuevo incremento importante a los salarios va a poder ser absorbido por las empresas de la misma forma que en años anteriores?, mi impresión como analista es que parte de este impacto lo vamos a empezar a ver reflejado principalmente en el tema del empleo, quizá en una mayor informalidad y eventualmente podría empezar a contaminar un poco la inflación”, dijo el vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Mario Correa.
En conferencia con medios, explicó que a todos nos gustaría ver salarios más elevados y un poder adquisitivo más alto, pero esto se tiene que hacer de forma sostenible y sustentable, pues quienes pagan esos salarios son las empresas y si los aumentos van por encima de su productividad, el efecto se verá o por el lado de precios o del empleo.
Correa abundó en que las empresas tendrán que vender sus productos y servicios más altos para compensar el aumento de salarios y ello implicará que haya inflación o, por otro lado, tendrán que disminuir su plantilla laboral o generar informalidad para no despedir a personas.
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Añadió que los trabajadores que ganan el salario mínimo están, en su mayoría, en pequeños negocios y en actividades agrícolas, cuyas actividades tienen poco valor agregado, pues los que están en empresas más grandes suelen tener mayor grado de escolaridad.
Crecimiento de 4% fuera de la mesa
Para el IMEF, un crecimiento de 4 por ciento, como lo ha considerado el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el estimado para 2020 es de 1 por ciento y hay que considerar que en 2019 será de 0 por ciento.
El presidente nacional del IMEF, Fernando López Macari, recordó que el primer año de gobierno de López Obrador se caracterizó por una serie de políticas públicas y eventos atípicos, como el desabasto de combustibles, cierre de vías férreas y paros laborales que han generado un ambiente de incertidumbre, aunado a la inseguridad y falta de Estado de Derecho que ha frenado la inversión.
Si economía sigue débil, ingresos públicos se verán afectados
El IMEF alertó que si la economía sigue con un crecimiento débil, los ingresos públicos se verán afectados, pues habrá una menor recaudación de impuestos, y eso implicará que el gobierno federal recorte gasto público, para mantener letras fiscales o replantearse cómo genera con escasos apoyo a la población que quiere favorecer.
MRA