Santander, el banco español, contrató a un bufete de abogados para que investigue una denuncia interna según la cual un grupo de empleados visitó un club de "striptease" después de un día de reuniones de la empresa y presionó a empleados más jóvenes para que acudieran, informó una fuente cercana al asunto.
El incidente tuvo lugar en febrero, después que el equipo de mercados de capital de deuda global del banco celebrara reuniones en la sede en Reino Unido, dijo la fuente a Reuters.
La noticia de la investigación fue reportada por primera vez por el Financial Times.
Un portavoz del Santander dijo que el banco se toma "muy en serio los asuntos vinculados con la conducta de los empleados" y sigue "un proceso muy riguroso" para asegurar que se establecen los hechos y "se toman las medidas apropiadas según sea necesario".
Asimismo, añadió que la investigación y las medidas emprendidas son "confidenciales", por lo que no podía realizar más comentarios.
La inquietud por el incidente y el hecho de que el personal más joven se sintiera presionado para asistir fueron planteadas al departamento de cumplimiento del banco por un denunciante interno, informó el FT citando a fuentes con conocimiento del asunto.
En respuesta, Santander contrató al bufete de abogados estadunidense Gibson Dunn para que llevara a cabo una investigación interna durante el verano, dijo la fuente a Reuters.
El bufete de abogados entrevistó a hasta 15 personas que participaron en la noche de fiesta y concluyó que no se habían ejercido presiones explícitas sobre miembros del personal más joven, añadió la fuente.
El Financial Times informó de que todavía no se ha despedido a nadie, pero se ha sancionado a un directivo.
Un representante de Gibson Dunn no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios y la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido dijo que no puede comentar sobre casos individuales.
MRA