Softbank aplica estándares altos tras fracaso de WeWork

FT Mercados

Tras el fracaso de WeWork, Softbank aplicará estándares más estrictos a sus inversiones futuras.

Masoyoshi Son será más estricto con las empresas que respalda (Shutterstock).
Kana Inagaki y Arash Massoudi
Ciudad de México /

SoftBank está endureciendo la gobernanza de las empresas que respalda, a medida que el conglomerado japonés y su motor de inversión de 97,000 millones de dólares (mdd) tratan de limitar el control descomunal de los fundadores de startups y restaurar la confianza en sus apuestas, después de que WeWork estuvo a punto de colapsar.

El grupo con sede en Tokio describió el miércoles pasado los estándares y restricciones de gobernanza más estrictos sobre las estructuras de acciones de doble clase, ya que requiere una amortización multimillonaria por las malas apuestas sobre inversiones, como el grupo de oficinas compartidas con sede en Estados Unidos (EU), dijeron personas con información del plan de la empresa.

Los nuevos estándares de gobernanza se aplicarán a las futuras inversiones que realice SoftBank. Su fondo Vision Fund, que tiene el respaldo de Arabia Saudita, está discutiendo cómo puede adoptar algunas o todas estas medidas. Tanto SoftBank como el fondo declinaron hacer comentarios al respecto.

La atención en los estándares de gobernanza marca un cambio para el fundador de SoftBank, Masayoshi Son, conocido como un negociador adicto al riesgo, quien dice que lo guía un sentimiento instintivo que le permite “sentir la fuerza”.

Su rápida toma de decisiones y la creencia en su propia capacidad para elegir ganadores en la industria de la tecnología se puso en tela de juicio, debido al bajo rendimiento de una serie de apuestas de alto perfil, como la aplicación Uber.

La amplia autonomía que normalmente se permitía a los creadores de las empresas de Silicon Valley provocó inquietud en los mercados privados durante años. Sin embargo, aumentaron las preocupaciones de que la fiebre de inversiones del Vision Fund, que ya inyectó 75,000 mdd en 88 empresas, permitió un mal comportamiento entre los fundadores del sector de tecnología.


Estos temores se agudizaron después de que la Oferta Pública Inicial (OPI) de WeWork se vino abajo, en gran parte por las preocupaciones de gobernanza. Los inversores de capital público rechazaron la estructura de acciones de doble clase de la empresa inmobiliaria, que le dio a su cofundador, Adam Neumann, 20 veces el poder de voto de otros accionistas.

Neumann finalmente se vio obligado a salir de la empresa, no sin antes asegurar un pago de 1,700 mdd a través del rescate del grupo por parte de SoftBank. Previamente, su esposa Rebekah fue removida de un papel en la planeación de la sucesión.

Las directrices que SoftBank presenta hacen eco de los pasos que WeWork se vio obligado a tomar para abordar la ansiedad de los inversores en el periodo previo a su OPI, así como después de que recibió un paquete de rescate de 9,500 mdd de su patrocinador japonés para evitar la bancarrota el mes pasado.

El Dato.

9,500 mdd

fue el paquete de rescate del grupo japonés para evitar la bancarrota de WeWork


Para las empresas privadas, SoftBank buscará tener al menos un puesto en el Consejo de Administración, va a requerir al menos un director independiente, va a prohibir a los directores poseer acciones de super votación y va a limitar a los fundadores o la administración a menos de la mitad de los lugares del Consejo.

SoftBank también presentará directrices sobre la cantidad que se puede vender de las participaciones de un fundador o de la dirección en el momento de una OPI u otras formas de salida a bolsa. El plan de sucesión del director ejecutivo también debe ser aprobado por la mayoría de los directores. 

Un equipo que encabeza Robert Townsend, director legal de SoftBank, estuvo trabajando en las propuestas.



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