Tamaulipas proyecta uso del hidrógeno verde como combustible en el transporte público

Reforma energética

Es una de las opciones manejadas a futuro para reducir emisiones de CO2 en el estado a través de energías renovables

El plazo es el año 2050 para usar hidrógeno verde en transporte público de Tamaulipas.
Tampico /

El uso del hidrógeno verde, uno de los recursos renovables, tiene en puerta aplicarse en el transporte público de Tamaulipas, de acuerdo a un proyecto de la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable de México (GIZ) en colaboración con la Comisión de Energía de la entidad, presentado hace unas semanas.

La propuesta se basa en producir dicho energético como combustible de las unidades y abarcar gradualmente con la transición de gasolinas a sistemas eléctricos, cuyo primer avance se estima consolidar en el 2030 y abarcar más en el 2050.

“Se estima que para 2030 Tamaulipas pueda tener las primeras flotas de buses de hidrógeno con unas 40 a 50 unidades y hacia el año 2050, el volumen de estas unidades podría alcanzar las 3 mil 150, superando en número a los buses de batería que podrían lograr unas 2 mil unidades en este año”, publicó el documento.

Transición de las unidades

Al asumir que en dicho estado la flota vehicular en todos los segmentos crece al ritmo proporcional del país, esa diversificación tecnológica entre buses eléctricos a baterías y eléctricos de celda de combustible se da según la paridad de costos en el tiempo y la competitividad tecnológica de cada una para la aplicación.

“En el caso de las unidades de transporte público, los buses de baterías tienen una autonomía de 300 kilómetros (200 kilómetros menor a los de celda de combustible) pero que podría ser suficiente para un buen número de rutas en ciudades pequeñas. Así, una meta de reducción de emisiones de Dióxido de Carbono en 18 por ciento se pone hacia el 2030. Extrapolando este valor hacia 2050, para que coincida con los objetivos de la Ley de Transición Energética, se obtiene una reducción de 40 por ciento de emisiones, acotó.

Así, bajar la contaminación vendrá a partir de distintas medidas, como el cambio de hábitos en uso de vehículos, aumentar la eficiencia de motores de combustión, uso de mejores filtros catalíticos y la electrificación.

“Para el caso de los buses, se estima que la electrificación del sector deberá ser de al menos 2 por ciento respecto al volumen de la flota en 2030 y del 25 por ciento en el 2050, apuntó la GIZ.

Llegar a ese escenario, concluyeron, requerirá inversión primero en las plantas de producción de hidrógeno verde como también en la adquisición de los autobuses.

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