No se espera una salida masiva de empresas en México como consecuencia de la reforma fiscal en Estados Unidos, dijo el contador Ricardo Castro, especialista en soluciones fiscales de Thompson Reuters, y destacó que no se ha afectado la economía nacional aunque hay una desaceleración y paralización en las inversiones estadunidenses en espera de la postura hacendaria.
Añadió que Brasil, Argentina, Chile y otros países latinoamericanos ya preparan propuestas fiscales para enfrentar el reto de atracción de inversiones por la decisión fiscal del presidente Donald Trump, y que en México ninguno de los candidatos presidenciales, hasta ahora, ha planteado ajustes en este renglón por lo que habrá que esperar propuestas para que el país atraiga nuevos socios a escala mundial.
En reunión con periodistas, apuntó que el FMI, la OCDE y otras instancias han hecho recomendaciones para lograr una mayor transparencia fiscal de todo tipo de operaciones de empresas multinacionales, incluso mexicanas, sobre todo en los llamados paraísos fiscales. Se busca combatir el lavado de dinero y la corrupción con mayor vigilancia.
La reforma fiscal del presidente Trump significó una reducción de la tasa impositiva de 35 por ciento (tasa máxima) a 21 por ciento tasa fija con la intención de aumentar el PIB en 2.5 por ciento, aunque se obtengan menores ingresos fiscales, aumente la inflación y la deuda interna.
Castro puntualizó que de hecho la inflación al cierre de marzo pasado en EU fue de 2.21 por ciento, mayor al 2.11 por ciento de diciembre, razón por la que se espera que la Reserva Federal implemente aumentos en las tasas de interés cuatro veces al año.
El especialista recordó que es normal que cuando hay un cambio de gobierno también se presenten ajustes fiscales, y que en el caso de México frente a las elecciones habrá que esperar las propuestas de los candidatos. El impacto negativo en México de la reforma Trump “no se ve”, pero sí hay que esperar una reacción para atraer nuevos socios internacionales.
Bosch confía inversiones a México
Con la nueva planta de Bosch en Celaya que iniciará operaciones en 2019, la primera planeada bajo el concepto industria 4.0, el potencial de México para atraer inversión se incrementa, ya que para su operación se requiere de fuerza de trabajo altamente calificada, estimó Stefan Hartung, miembro del consejo de administración de la firma.
En entrevista, el encargado de tecnología industrial y manufactura a escala global confió en que la capacidad productiva de México seguirá creciendo y su fuerza de trabajo cada vez será más calificada, aunado a la posición geográfica estratégica; aunque enfatizó la necesidad de capacitar a la gente para no perder el potencial de inversión.
La planta en Celaya tendrá una inversión de 120 millones de dólares y empleará un sistema de ejecución de fabricación (MES), que automáticamente recopila datos y comparte información de producción en tiempo real, se fabricarán componentes electrónicos, cerebros de mando para el sector automotriz, con miras a proveer a Norteamérica.
“La planta es de alta tecnología, por lo que la capacitación será mayor, las empresas de este ramo industrial seguirán llegando a México y al mismo tiempo la industria básica seguirá creciendo porque la demanda de partes está creciendo”, comentó.
Hartung, quien en la feria de Hannover presentó los avances de Bosch al mandatario de México y la canciller de Alemania, Enrique Peña Nieto y Angela Merkel, sostuvo que ante la revolución en la manufactura que se prevé con la puesta en marcha de industria 4.0 y el internet de las cosas (IOT por su sigla en inglés), la estrategia de Bosch para sus plantas de Norteamérica será adoptar en forma progresiva estas tendencias de la industria.
El especialista agregó que la mayor de las veces la automatización extiende las capacidades de crear o producir algo, mejora la producción y por ello se debe explicar las oportunidades y las ventajas sobre la automatización.
Explicó que existe una gran oportunidad para el uso de IOT en diversos sectores de la industria y en un futuro, por ejemplo, para regulación o administración de la energía en las ciudades, o en la operación de plantas de tratamiento de agua.
En los próximos años Bosch enfocará sus esfuerzos para aplicar las tendencias de industria 4.0, y a futuro la tendencia será extender esta tecnología al área de logística con el objetivo de conectar la cadena de suministro en totalidad.
MCM