A 10 años de la crisis financiera generada por el AH1N1, en México no se ha logrado recuperar el nivel de ingresos que se tenía previo a dicha pandemia y actualmente, debido a la propagación del nuevo coronavirus, se prevé una disminución de los ingresos laborales reales de los trabajadores mexicanos, de acuerdo con el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz.
Ante el panorama actual, el economista vislumbra lo que pudiera ocurrir a futuro a consecuencia de la actual crisis económica mundial y el impacto del nuevo coronavirus en nuestro país.
“Podríamos esperar desafortunadamente una disminución de los ingresos laborales reales de los trabajadores mexicanos”, dijo el funcionario del organismo autónomo.
En los dos últimos años, explica Nabor Cruz, en México había una tendencia ascendente en los ingresos de los trabajadores y también en ese momento por la estabilidad de la inflación.
Entre el cuarto trimestre de 2018 el ingreso laboral real fue de mil 717 pesos a cuarto trimestre 2019 que subió a mil 819.
Ahora, explica el economista, las circunstancias cambiaron y "la depreciación del tipo de cambio puede impactar en un incremento en los precios en las siguientes quincenas dependiendo lo que Inegi vaya a estar reportando. Me parece que un primer foco rojo que nosotros pudiéramos detectar en la precarización de los ingresos laborales reales", concluye.
En 2008 el ingreso laboral real per cápita de los mexicanos era de mil 900 pesos mensuales, en el último trimestre de 2009 los trabajadores ganaron mil 819 pesos, de acurdo con el Índice de tendencia de pobreza laboral del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Para darle dimensión hay que considerar que la canasta alimentaria para zonas urbanas del país para enero de 2019 es de mil 1623 y para zonas rurales mil 157 pesos mensual.
“Si tú te fijas prácticamente aún después de estos diez años aún no alcanzamos el dato que tuvimos previo a la crisis financiera económica mundial y al AH1N1 de 2009”, comenta el economista y secretario ejecutivo del CONEVAL, José Nabor Cruz.
Los primeros casos de AH1N1 en México se detectaron el 11 de abril de 2009 en el municipio de Perote, en Veracruz. Entonces vimos por primera el miedo a un virus desconocido y las consecuencias económicas por los negocios cerrados, los despidos, los cines sin funciones, las escuelas detenidas. La influenza mató a 18 mil 500 personas en el mundo, ahora en 2020, el Covid-19 ya lleva 30 mil decesos y no parece que vaya a parar pronto su conteo.
En 2009 la economía del país sufrió un duro golpe, ese año México decreció casi 5 puntos del PIB. No sólo la pandemia de la influenza causó los destrozos económicos, México se enfrentaba además a una crisis financiera mundial que había iniciado en 2008.
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El 6 de mayo de 2009 las actividades económicas y educativas regresaron a la normalidad tras la pandemia del AH1N1. Al día siguiente, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, anunció que la economía mexicana entraba en recesión. El turismo, una de nuestras principales fuentes de ingreso, sufrió la pérdida de cerca de 1.3 millones de visitantes internacionales. La producción y los precios del crudo bajaron y ocasionaron una reducción de ingresos en un 60 por ciento.
Aproximadamente 3 millones de personas estuvieron sin trabajo en el país.
RLO