Derivado de una incipiente apertura de los congresos y convenciones en algunas entidades del país y una perspectiva de reinicio en otras, el Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir) redujo la pérdida de ingresos a 36 por ciento en 2021, de un panorama previo con una caída de 46 por ciento.
En entrevista con MILENIO, Jaime Salazar, presidente de Comir, informó que en Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco, Campeche y Quintana Roo ya se tiene autorización para llevar a cabo eventos, lo cuales ya se han ido realizado; además, en Zacatecas se está dando una “incipiente” reactivación.
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El directivo explicó que esta reducción en las pérdidas que tendrá el sector este año se debe a que ya han empezado a darse eventos, cambian las encuestas de opinión y se piensa que el impacto puede ser menor.
Pese a este mejor escenario, Salazar señaló que la caída en ingresos se compara con la de 2020, que registró un desplome de 58 por ciento, por lo que aún la situación de la industria es muy complicada.
Ante esto, la asociación de turismo de reuniones MPI (Meeting Professionals International) ha pedido de manera formal a la Secretaría de Turismo (Sectur) una apertura a escala nacional del sector, para así reducir las pérdidas y recuperar el empleo, que cayó 32 por ciento ante la pandemia de coronavirus.
El organismo empresarial afirmó que se tienen los protocolos de sanidad adecuados para llevar a cabo congresos y convenciones en el país, los cuales han sido presentados ante la Sectur.
En la propuesta de MPI México se indica que si una entidad se encuentra en rojo en el semáforo epidemiológico, su aforo para espacios cerrados será de 30 por ciento, mientras que en abiertos de 50 y no se permitirá el ingreso a personas vulnerables: niños menores de 10 años, mujeres embarazadas y gente con enfermedades crónicas.
Si la entidad cambia a semáforo naranja, el quórum permitido será de 50 por ciento en espacios cerrados y abiertos con un horario de 6 de la mañana a 10 de la noche, mientras que en amarillo será de 80 y ciento por ciento, respectivamente.
El presidente de Comir comentó que la apertura de la industria de reuniones con los protocolos adecuados es necesaria dado que el agotamiento de las compañías es mayúsculo, ya que 92 por ciento de ellas son pequeñas y medianas empresas (pymes).
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El directivo indicó que este escenario ha llevado a que tan solo en Ciudad de México ya hayan cerrado 72 empresas, mientras que a escala nacional son aproximadamente 432.
Salazar afirmó que el gobierno federal no los ha tomado en cuenta para los procesos de reactivación de la economía, a pesar de que cuentan con los protocolos sanitarios adecuados para evitar contagios.
“Desde noviembre del año pasado, nosotros teníamos listos los protocolos. A pesar de los semáforos rojos pudimos haber abierto en todo el país, porque lo que nosotros hacemos no son eventos masivos, como conciertos; son reuniones de negocios donde sabemos quienes son las personas que vienen, de donde vienen y después podemos saber adonde regresan. En ese sentido, podríamos tener acciones rápidas para tratar de aislar cualquier foco de infección”, comentó el presidente de Comir.
Jaime Salazar informó que a pesar de las gestiones hechas ante el gobierno federal no existe fecha para una reapertura a escala nacional del sector; sin embargo, “hay consenso de que se debe abrir a la brevedad, ya que el agotamiento financiero no es soportable”.
Por su parte, MPI México consideró que es posible reactivar este sector sin arriesgar la salud de las personas; además, buscará con la Sectur el mejor planteamiento para tener un reinicio adecuado y sin contagios.
lvm