Por: Alejandra Díaz de León
Ilustración: Estelí Meza, cortesía de Nexos
Desde 2014, el gobierno de México ha aumentado los obstáculos que las personas migrantes tienen que superar para sobrevivir la ruta migratoria. El gobierno de Peña Nieto, con el Plan Integral Frontera Sur, aumentó la velocidad del tren de carga, puso bloques de concreto junto a las vías para que las personas no pudieran subir al tren en marcha e incrementó el número de retenes en los estados del sur. El gobierno de López Obrador, con el Plan Migración Norte y Sur, ha continuado con los retenes y ha incrementado la presencia de agencias del INM, la marina, el ejército y la Guardia Nacional para formar un muro físico, militarizado y violento. Además, aumentaron los operativos en pueblos donde las personas migrantes viven y descansan e incluso ha habido visitas de verificación ilegales dentro de casas del migrante. Mientras los gobiernos hacen el tránsito migratorio más dilatado y violento, estas interacciones con desconocidos y especialmente con otras personas migrantes se vuelven más importantes.