Por: Nancy García Vázquez y Antonio Ruiz Porras
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
En este 2020, la relación entre Jalisco y el Ejecutivo Federal vive una tensión inédita debido, entre otros hechos, al recorte presupuestal en el sistema de transferencias aprobado en el Proyecto de Egresos de la Federación (PEF) para el Ejercicio 2021. El PEF propone un gasto federalizado de 1.87 billones de pesos. Esta cifra, en términos reales, es 5.5 % menor con respecto a 2020. La reducción tendrá un impacto importante porque las entidades requieren apoyos para enfrentar la crisis sanitaria y reactivar sus economías. Según el PEF, Jalisco es la cuarta entidad que recibirá más transferencias. Sin embargo, en términos reales, su presupuesto federalizado disminuye 4.7 %. El gobernador Enrique Alfaro reclama que el recorte asciende a 9,200 millones de pesos y que, además, abarca todos los rubros del gasto federalizado. El recorte, argumenta Alfaro, reduce las posibilidades para atender la salud, la educación, los proyectos de movilidad e infraestructura y los programas relacionados con la vigilancia epidemiológica, el medio ambiente y la política de género, entre otros.