Por: José Luis Lezama
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
A menos que se efectúe un drástico cambio permanente en las pautas de consumo de combustibles fósiles, y en el inmenso consumo de naturaleza por la economía de mercado, el regreso a la normalidad, que deberá ocurrir tarde o temprano, hará de nuevo retornar los altos niveles de contaminación en las aguas, los suelos y los aires del planeta. Incluso, podrá haber una mayor contaminación en el inicio de esa nueva etapa, al intensificarse la actividad de la maquinaria productiva global para recuperar el desabasto provocado por la parálisis de la economía mundial, durante el periodo de mayor daño e intensidad de la pandemia. Las emisiones de gases de efecto invernadero volverán de nuevo con su gran amenaza al clima y a la vida planetaria, y el business as usual campeará de nuevo sobre la faz de la tierra.
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