Por: Enrique García Tejeda y Juan Guillermo Vieira Silva
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Si la diversidad de las agendas locales no está relacionada con el tamaño y la estructura socioeconómica de las entidades federativas, existen factores que tienen mayor peso en el establecimiento de las agendas locales en México. Es posible que los factores institucionales y la racionalidad limitada de las administraciones públicas locales expliquen mejor los hallazgos. El grueso de los insumos de las políticas económicas pudo provenir de las secretarías locales, quienes recurrieron al encuadre tradicional que realizan de los problemas para sugerir intervenciones frente a la pandemia. En un escenario de corto plazo y en el desconcierto inicial, las medidas anunciadas establecieron agendas basadas en soluciones incrementales. Por ello, el 59 % del contenido en las agendas locales está clasificado en políticas de carácter fiscal, subsidios y créditos empresariales. Además, en el momento de la reestructuración de las agendas de las entidades federativas, existió una limitación presupuestal que dificultó la fijación de nuevas políticas locales. Es posible que la diversidad hallada, en realidad, refleje la diversidad de las agendas de política previas al covid. Así, la respuesta incremental dejó fuera de las agendas locales soluciones que podrían ser innovadoras y más relevantes para mitigar los efectos de la pandemia, como la regulación del teletrabajo, el uso de tecnología para el acceso a servicios públicos o la existencia de un ingreso mínimo vital, entre otras medidas discutidas en diferentes países.