El restaurante Palominos llega a Punto Sur

Desde que llegas a Palominos, unos sahuaros gigantescos de madera indican que se está adentrando en tierra sonorense, en un pedacito del desierto aun en medio de la ciudad y en el que se encuentran piezas exóticas que pondrán a prueba el paladar.

Como entrada, se puede degustar las “infladitas”, que son una bolitas de masa salada rellenas con carne deshebrada de filete de res, que previamente ha sido guisada en chile Anaheim, chile colorado, cebolla, especias, y finalmente se incrustan con chile colorado, polvo de chicharrón de cerdo, aguacate, cebolla encurtida y queso fresco. O las “toreritas” que son tacos hechos con tortillas de maíz, con una sábana de chile Anaheim, queso y rib eye.

Otro de los platillos pintorescos con los que cuentan es el “aguachile de rib eye”, que se compone de finas láminas de rib eye de 150 gramos, sellado a las brasas, sobre cama de cebolla caramelizada. Bañado con nuestro aguachile rojo, ajo frito, cubos de aguacate y cebolla morada, acompañada de tostadas de arroz.

Uno de los complementos muy sonorenses que no pueden faltar son las tortillas sobaqueras y las salsas habanera, de tomatillo a base de chile de árbol, salsa amartajada y una de chiltepín con tomate.

Como plato fuerte, encontrará cortes y filetes como el “Bacanora” que es uno de los especiales de la casa que se flamea sobre una piedra de sal con una crema de mantequilla a base de chiltepín, orégano, ajo y bacanora (un destilado de Sonora similar al mezcal) y lleva dos guarniciones dos papas, espárragos y cebollas.

Para acompañar, recomendamos la infusión de jamaica con romero o cualquiera de las preparaciones que hacen con ginebra. Y de postre, probamos una combinación de lo mejor de Sonora, compuesto de coyotas, que son galletas rellenas de piloncillo, jamoncillo o guayaba; ate de membrillo con queso tipo manchego y jamoncillo.

El lugar es todo un recorrido por la gastronomía de Sonora con un toque especial de la casa.

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