Si usted estaba buscando una película mexicana divertida, inteligente y de calidad mundial para celebrar las fiestas patrias, ya la encontró.
Se llama “Casi el paraíso” y se estrena hoy jueves 12 de septiembre en salas cinematográficas de todo el país, Estados Unidos y Centroamérica.
Tuve el privilegio de verla y me sentí como cuando vi “A pleno sol” y, muchos años después, su nueva versión titulada “El talentoso Sr. Ripley”.
Estamos hablando de cine de entretenimiento, pero de altos vuelos, con un reparto de antología, con locaciones internacionales espectaculares, música de alarido y los mejores valores de producción.
Si usted es el típico espectador exigente que cuando va a ver cine mexicano siempre sale con la sensación de que todo estuvo bien, pero de que pudo haber estado mejor, aquí va a salir completamente satisfecho.
“Casi el paraíso” es un proyecto tan importante, tan importante, pero tan importante, que no sólo tiene lo que comercialmente llamamos “garantía Cinépolis”.
Es una coproducción entre México, Estados Unidos e Italia y a nivel industria tiene un peso mayúsculo porque es la primera producción cinematográfica de Telemundo.
¿Usted cree que Telemundo se arriesgaría a entrar al negocio del cine por la puerta chica después de tantos años de experiencia?
Y no deja de ser sintomático que mientras que Netflix eligió “Pedro Páramo”, un libro de 1955, para iniciar su camino hacia los grandes premios que vienen, los responsables de “Casi el paraíso” hayan hecho lo mismo, pero con una novela de 1956.
¿Qué había en el México de los años 50 que conecta tanto con el México de hoy?
Eran los tiempos de Juan Rulfo y Carlos Fuentes. El México de Diego Rivera y Frida Kahlo. La época de oro de la mexicanidad.
Le decíamos adiós a la Revolución Mexicana, la clase media, que no se identificaba con lo popular, veía en la aristocracia un modelo aspiracional y de eso trata esta película.
“Casi el paraíso” es una comedia sobre las cosas con las que muchas personas sueñan ser tan perfectamente adaptada a la época actual por Edgar San Juan, Hipatía Argüero Mendoza y Juan Curi que, por supuesto, incluye redes sociales y todo eso que hoy nos mueve.
Si Luis Spota, el autor del libro original, viviera, se retorcería de placer al ver lo que estos genios hicieron con su obra. ¿Me creería si le dijera que la mejoraron? Aquí, por ejemplo, el tema del feminismo va. ¡Bravo!
Edgar San Juan, por cierto, es el director. A él lo conocemos por lo que le escribió a Harold Torres cuando filmó “Norteado” en 2010 y por varios trabajos de producción.
Éste es su debut como director de largometrajes y no sabe usted que presentación tan más afortunada. A mí ya me urge entrevistarlo para darle un abrazo porque estoy convencido de que será el inicio de una muy larga y próspera carrera.
¿Cuáles son las notas? Lo poco que ha cambiado México desde 1956 y lo buena que está esta película.
Karol Sevilla de aquí se va a Hollywood y de Hollywood al Oscar. Acuérdese de lo que le estoy diciendo. ¡Cómo ha crecido mi niña de “Soy Luna”!
Miguel Rodarte está a dos micras de alcanzar el Olimpo al que sólo han entrado monstruos sagrados como Daniel Giménez Cacho, Diego Luna y Gael García Bernal.
Y Esmeralda Pimentel no puede estar más gloriosa. No es que la cámara la ame, es que ella nació para esto. Su escena de baile va que vuela para ser icónica. Se lo juro.
Alberto Estrella, sensacional. Katie Barberi, ¿por qué no la vemos haciendo cine más seguido? Tomás Gorós, ¡qué actorazo!
Pero, evidentemente el reflector lo tiene el actor italiano Andrea Arcangeli, la revelación de la temporada. Él es el eje de “Casi el paraíso”. ¡Y bendito eje! El señor no sólo es guapo. Tiene talento.
En resumen: no pierda su tiempo y luche con todas sus fuerzas por ir ya, pero ya, a su sala cinematográfica más cercana a ver “Casi el paraíso”. Le va a gustar. De veras que sí.