Quien no quisiera ser niño otra vez, al menos tener la energía, la capacidad de asombro y la curiosidad propia de los niños, además, de ser felices con el juego y la convivencia.
Se refrendó este 30 de abril, que todos los niños disfruten de bienestar y respeto a sus derechos para que efectivamente transiten por una infancia feliz y protegida en cualquier momento de su desarrollo, y en particular en los tiempos más difíciles que la humanidad enfrenta como son las guerras.
Fue justo ante un escenario de guerra, cuando se sufrían las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, que una mujer inglesa Eglantyne Jebb y su hermana Dorothy se dedicaron a despertar conciencias sobre el sufrimiento de los niños y la urgencia de apoyarlos ante la hambruna y las inclemencias a las que estaban expuestos.
Esta petición que Eglantyne enarboló con firmeza indignó a la sociedad inglesa que consideraba inadecuado apoyar a los niños de los enemigos por lo que fue encarcelada, ella insistía sin hacer distinción que “todas las guerras son guerras contra los niños”
Esta destacada mujer creó la organización Save the Children (Salvar a los Niños) y propuso un documento conocido como la declaración de Ginebra convirtiéndose en el año 1924 en la Convención sobre los Derechos de los Niños, proponiendo la ONU celebrar el Dia Universal del Niño el 20 de noviembre en todos los países.
En México no fue así pues coincidía con el día del aniversario de la Revolución Mexicana, y es cuando el entonces presidente Álvaro Obregón define en 1924 conmemorar el Dia del Niño el 30 de abril, fecha en la que se reconocen los derechos de la infancia.
El 30 de abril se ha festejado durante muchos años pasando por una gran variedad de actividades y juguetes, algunos de madera y ahora los tecnológicos, como obsequio para los niños que siempre los reciben con emoción
En reciente encuesta la población infantil expresó su particular gusto por recibir dulces, hacer algún paseo, siendo relevante el realizar actividades en familia como ir al cine o jugar juntos.
En esta sociedad tan individualista, y con los escenarios tan violentos que vivimos, vale considerar el gusto que expresan los niños por acercarse a la familia, pues es fundamental construir lazos para que la infancia pueda crear, imaginar y desarrollar su autoestima y jugar con la seguridad del cobijo familiar, y el acompañamiento de sus afectos.