Olimpiadas y récords

Estado de México /

Las olimpiadas, evento deportivo que se realizaba en la antigua Grecia en la ciudad de Olimpia, rendía homenaje a los Dioses del panteón, inició aproximadamente en el siglo VIII a.C., y significó también un momento de paz entre las naciones por lo que se suspendían guerras y conflictos decretándose la “paz olímpica”.

Este evento se mantuvo hasta el año 393 d.C. y posteriormente se retoma a finales de siglo XIX, cuando el francés Barón de Coubertin creó un Comité Olímpico para organizar la nueva versión de las justas, incluyendo en el mensaje inicial la paz y armonía entre las naciones.

La participación de las mujeres no se consideró “para no afectar su salud, y además sería impráctica y poco interesante”. Para 1900 se incorporan dos deportes olímpicos “acorde a la naturaleza femenina”: el golf y tenis.

Al tiempo se han incorporado nuevas disciplinas, destacando la capacidad del cuerpo humano para cumplir las exigencias que las actividades deportivas demandan a los competidores y romper récords de velocidad, resistencia, fuerza, agilidad, etcétera, hasta llegar quizá a los límites del cuerpo humano.

¿Pero cuáles son estos límites? A esta pregunta la ciencia tiene la respuesta más cercana, ya que con mayor conocimiento de la biomecánica del cuerpo humano se registrarán los datos más precisos que respondan esta inquietud, aunque los limites pueden ser remontados en función de condiciones fisiológicas que no necesariamente se conocen de los competidores.

Según el Instituto Francés del Deporte, en estudios realizados en 2008, se proyecta que para el año 2060 ya se habrán alcanzado los récords mundiales imbatibles en la mayoría de las disciplinas olímpicas, y de acuerdo con Maek Denny, biólogo de la Universidad de Stanford, los récords tienen cada vez márgenes más estrechos

Quienes practican un deporte conocen que la fuerza y flexibilidad es fundamental para contar con elasticidad y fortaleza muscular, recomendación también valiosa para el común de los mortales.

La diferencia entonces está en la disciplina, la biomecánica del deportista, su talento, su genética, su actitud y salud mental para realizar los intensos entrenamientos con resiliencia ante los posibles fracasos y la falta de apoyo.

Una medalla representa un gran trabajo físico y mental de muchos involucrados, digno de reconocimiento y ejemplo de que con perseverancia las metas se alcanzan.


  • Arlette López
  • Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM
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