Fue interesante ver en una mañana a las dos candidatas a la Presidencia en un mismo foro, frente a un mismo público, con el mismo formato para ambas.
El formato era sencillo, unos cuantos minutos al principio para una presentación y después una conversación con Leonardo Curzio alimentado también con preguntas del auditorio por medio de WhatsApp.
Arrancó Xóchitl Gálvez con un discurso bien estructurado en el que criticó al gobierno de López Obrador pero muy pronto se centró en sus propuestas, ocho ejes en los que ha centrado sus discursos más formales de campaña, más la reiteración de su lema desde la precampaña. En su espacio de conversación con Leonardo, Xóchitl se vio más tranquila, más la dicharachera y suelta pero sin perder sustancia y trabajando como lo que es: quien tiene que alcanzar a quien lidera las encuestas y, por tanto, criticándola.
Claudia Sheinbaum utilizó una presentación que conjuntó lo que considera logros del gobierno con propuestas para el “segundo piso”. Dos cosas me llamaron la atención, conocedora del público que tenía enfrente repitió la palabra consenso siete veces, entre ellas, cuando por primera vez, al menos que yo recuerde, abrió la puerta (muy poco, pero la abrió) para una reforma fiscal durante su sexenio, en caso de que las medidas que ella ya tiene en mente no fueran suficientes. Eso sí, esa reforma, dijo, sería por consenso.
Como suele suceder, las redes se pasaron el viernes buscando ganadora, midiendo aplausos…La verdad es que ambas lo hicieron bien, se les aplaudió, se mostraron cada uno como son. Buena pasarela.
Y sí, también estuvo Álvarez Máynez, que dijo que las encuestas pues no sirven y habría que mirar sus números en Tik-Tok y que los presentes hablaran con sus hijos y sobrinos.
Tuvo que explicar por qué no declinará por Xóchitl y pidió el “beneficio de la duda” en las semanas que faltan y que si no ganaba, pues ni modo. Tal vez soy yo que no entiendo pero no me parece la mejor estrategia de campaña. Mejor ir a ver a los Pumas y cantar una canción.
En la noche,durante el coctel de cierre de la convención, sonó la canción de Miguel Mateos, aquella que dice:
“Nene, ne-ne-ne, ¿qué vas a ser cuando seas grande? Nene, ne-ne-ne, ¿qué vas a ser cuando seas grande? ¿Estrella de rock and roll? ¿presidente de la nación? Nene, ne-ne-ne, ¿qué vas a ser, cuando alguien apriete el botón?”
Pensé en Álvarez Máynez.