Gil caminaba sobre la duela de cedro blanco perturbado por pensamientos nefandos. El hallazgo siniestro de Teuchitlán ha puesto al descubierto una vez más la verdad aterradora de los muertos y desaparecidos en México, la impunidad y el poder del crimen organizado. Desde hace veinte años al menos, pero sobre todo durante los últimos seis, la violencia ha crecido bajo la irresponsable y criminal política de abrazos y no balazos que sostuvo el ex presidente Liópez.
Ahora mal sin bien, el morenista Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, puso en duda la información sobre el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, donde
el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco denunció la existencia de crematorios clandestinos y cientos de prendas y objetos personales, presuntamente de personas desaparecidas, y afirmó: “Hay 200 zapatos ahí, sí, sí. Pero, ¿quién dice que los zapatos son de personas desaparecidas? Todo es especulación”.
Gil hesitó: ¿Qué define al presidente del Senado? Muy fácil: el cinismo y la estupidez. Por estos dos rasgos del carácter de Fernández Noroña sería inútil preguntar ¿por qué había ahí 200 pares de zapatos, además de juguetes y objetos personales?
La pregunta más importante, según Gamés es esta: ¿cómo llegó este neandertal a presidir la Mesa Directiva del Senado de la República? Por el camino de la humillación, convirtiéndose en un lacayo, luciendo el mazacote que tiene en el cerebro con bravuconadas. Van a perdonar el tono enfático de Gil, pero es realmente imperdonable la insensibilidad de este sujeto que ofende a las familias heridas. Y todos sus compañeros de partido calla-
ditos. Como se decía antes: por eso estamos como estamos.
Un miserable
Gil lo leyó en su portal de Latinus: Noroña descalificó la cobertura mediática y las acusaciones sobre la existencia de un campo de exterminio en Teuchitlán. Lean, o mejor, oigan esto por piedad: “No, la seguridad… es un cementerio el país, la chingada, tatati, tatatata”, ironizó el morenista, usando un tono con el que buscaba ridiculizar a quienes aseguran la existencia del campo de exterminio en Teuchitlán. “A ver, ¿cuántas personas fueron asesinadas ahí? ¿Cuántas? Todo es especulación”. A Noroña le gusta jugar a las adivinanzas y hacer chistes y burlarse del dolor ajeno. ¿Y Adán Augusto López, y Ricardo Monreal? Chiflando en la loma.
Se trata de la escuela del ex presidente Liópez: el legislador de Morena acusó a los medios de comunicación y a sectores de la oposición de “montarse en la tragedia” y promover una narrativa que responsabiliza al gobierno federal. “Otra vez los medios y la derecha montados en la tragedia. Como dicen los abogados, aceptando, sin conceder, que las presunciones que dicen sean ciertas, pues son presunciones”.
Presuntos desaparecidos
Por desgracia, las declaraciones de Noroña son un eco de lo dicho por la presidenta Sheinbaum un día antes, cuando instó a esperar los resultados de la investigación oficial antes de emitir juicios. “¿Cuántos días llevamos con un tema donde ya hay todas las especulaciones y un campo de exterminio?”. La Presidenta llamó carroñeros a los periodistas que dieron a conocer los horrores de ese campo de la muerte.
El presidente del Senado también criticó la insistencia en responsabilizar al gobierno federal por hechos ocurridos en Jalisco, señalando que las autoridades locales deben asumir su papel en el caso. “Resulta que ahora es el gobierno federal responsable de lo que en primera instancia sería responsabilidad del gobierno municipal y estatal. ¿Para qué elegimos un gobernador de Jalisco? ¿Para qué se elige al alcalde de Teuchitlán?”.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ha denunciado que el rancho era utilizado como centro de entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación y que aquellos reclutas que no superaban las pruebas eran asesinados en el sitio. Según los activistas, en el lugar se han localizado 495 objetos, incluyendo prendas de vestir y listas con nombres y apodos de personas presuntamente víctimas de desaparición.
Fernández Noroña minimizó la información difundida hasta ahora y reiteró la confianza en las investigaciones que lleva a cabo el gobierno federal. “Nuestro gobierno, primero el del compañero ex presidente López Obrador y luego el de la compañera presidenta Claudia Sheinbaum, ha demostrado que no se tolera la impunidad”.
Todo es muy raro, caracho, como diría el mismísimo Savater, quien ha definido a Noroña, sin siquiera saberlo: “(…) la característica del estúpido es la pasión de intervenir, de reparar, de corregir, de ayudar a quien no pide ayuda, de curar a quien disfruta con lo que el estúpido considera ‘enfermedad’”.
Gil s’en va