Que con su pan se lo coman

Ciudad de México /

El Hombre Naranja ha firmado numerosas órdenes ejecutivas el día de su investidura. Lo inusual no fue sólo el elevado número, sino el contexto: Trump firmó varios edictos presidenciales en un escritorio rojo del Capitol One Arena ante decenas de miles de seguidores que lo aclamaban. ¿Lo dudan? Grandes ovaciones. Que con su pan se lo coman. El problema es que el pan somos nosotros.

La multitud de partidarios de Trump se había reunido en el recinto para ver la retransmisión en directo de la toma de posesión y celebrar después a su presidente en persona. Las órdenes ejecutivas pueden ser impugnadas ante los tribunales y pueden ser revocadas por el siguiente presidente. La firma de estos edictos presidenciales “se ha convertido en una forma de gobernanza cada vez más importante, pero también fácilmente revocable”. Pues que le firme a su mamá en la frente, pensó Gamés no tan desesperado, pero sí un poco desesperado, bueno, medio desesperado.

Según Carla Bleiker de la Deutsche Welle, la primera orden ejecutiva que firmó Trump como 47 presidente de Estados Unidos fue la de rescindir 78 reglamentos establecidos por su predecesor Joe Biden. Otras directivas firmadas en el Capitol One Arena incluyen una orden a todos los departamentos y agencias federales para hacer frente a la crisis del costo de la vida, así como una orden para poner fin a la censura gubernamental. ¿Usted entendió? Gil tampoco, o sí entendió, y hay que ponerse a temblar.

El Hombre Naranja firmó una orden ejecutiva por la que Estados Unidos se retira del Acuerdo Climático de París y, más tarde en la Casa Blanca, una directiva para retirar a su país de la Organización Mundial de la Salud. A Gilga le va a dar algo: empieza un nuevo desorden mundial, eso que ni qué.

Uno de los temas más importantes de campaña de Trump, la inmigración, también formó parte de la serie de órdenes ejecutivas del primer día. El presidente declaró la emergencia nacional en la frontera de Estados Unidos con México para que el Gobierno tome el control de lo que Trump dice que es una situación desastrosa y detener la “invasión” de inmigrantes indocumentados que, según él, se produjo bajo la presidencia de Biden. Aquí la palabra clave es “invasión”, pues permite diversas interpretaciones.

Géneros por decreto

Otro de los grandes temas durante la campaña de Trump, las cuestiones relativas a los derechos del colectivo LGBTQ+, también estaba en la lista de directivas que firmó en el primer día de su segundo mandato. La orden establecía que, según la política estadunidense, sólo habría dos géneros, masculino y femenino, dejando de existir la opción no binaria o diversa. Dirán la misa, pero cancelar por decreto sin debatir un asunto no es algo que a Gilga le parezca un ejercicio democrático, sobre todo si se trata de sexualidad, intimidad, vida privada.

Las órdenes ejecutivas que Trump firmó en su primer día en el cargo muestran las prioridades del presidente: “Sí creo que estas cuestiones (a guerra cultural) serán prominentes en los primeros días de la nueva administración y en los primeros días del nuevo Congreso”, dice a DW Craig Saperstein, socio del despacho internacional Pillsbury.

Por otro lado, no todas las órdenes ejecutivas del primer día de Trump suponen un cambio inmediato para el país. La retirada de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, tardará un año en entrar en vigor. Y pasará un tiempo antes de que los estadunidenses sientan también las consecuencias de algunas de las otras órdenes, dice la experta en derecho gubernamental Aimee Ghosh, compañera de Saperstein.

El poder de la firma

Trump puede firmar una orden declarando una emergencia nacional, pero las políticas que le gustaría ver realizadas tendrán que pasar por un proceso de varios pasos en las agencias federales a cargo. “Algunas cosas pueden realizarse inmediatamente el primer día, pero muchas de las órdenes ejecutivas van a pasar por un periodo de estudio, revisión y otros procedimientos administrativos”, subraya Ghosh. Veremos entonces a ver de qué lado masca la iguana.

Todo es muy raro, caracho, como diría Gorki: “El que ha nacido para reptar no podrá volar”

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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