“Enseña a pescar y alimentarás a una persona siempre. Dale un pez y sólo comerá ese día”, dice un adagio popular para evidenciar el cortoplacismo en las políticas públicas que pretenden erradicar la pobreza y sólo la perpetúan y crean dependencia.
La raíz de la pobreza es laboral. Son los bajos salarios, el trabajo infantil, la exclusión laboral de mujeres y jóvenes y el rezago en áreas rurales lo que genera un fenómeno multifactorial caracterizado por falta de ingresos, carencias en los servicios de salud, atraso educativo e inseguridad.
El 36% de la población, alrededor de 46.4 millones de personas, no tienen ingresos suficientes para superar la pobreza extrema, dice Paulina Gutiérrez, Coordinadora en Acción Ciudadana Contra la Pobreza.
Incluso, Gutiérrez menciona que una tercera parte de la población no gana lo suficiente para comer. “Trabajan, pero su ingreso es inferior al costo de la canasta alimentaria”, dice la experta en políticas públicas que menciona que los programas sociales de transferencias “no generan cambios estructurales para terminar la pobreza, sólo son paliativos”.
La reducción de pobreza entre 2019 y 2024 representa 3.8 puntos porcentuales en los últimos cinco años, esto es 0.75 puntos por año en promedio. Es decir, “se requerirán 47 años para que no haya personas que ganen menos del costo de la canasta alimentaria para su familia”, comenta la vocera de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Quien impulsa el trabajo digno, protección social y salud, dice que “ningún programa social o de transferencias puede sustituir al trabajo en condiciones dignas para superar la pobreza”.
En cuanto al salario mínimo general, éste no cubre lo necesario para que una persona pueda sostener a su familia por encima de la línea de pobreza.
Actualmente seis de cada 10 hogares de menor ingreso están excluidos (61%) de cualquier transferencia o programa social gubernamental, donde además existe evidencia empírica y denuncias sobre su sesgo de selección y uso electoral.
El programa de apoyo a madres trabajadoras que sustituye al de estancias infantiles, sólo cubre al 2% de su población potencial. Jóvenes Construyendo el Futuro sólo abarca 6% de su grupo objetivo, según esta asociación que en 2015 comenzó como un conglomerado de organizaciones contra la pobreza.
La pobreza laboral, como se le llama a no tener suficientes ingresos laborales para comprar la canasta básica, permanece en gran medida porque la participación laboral femenina sólo creció dos puntos porcentuales en los últimos cinco años.
Actualmente, México ocupa el lugar 132 en una lista de 184 países por su baja participación laboral femenina. Esta exclusión reduce el ingreso laboral de los hogares.
La participación de jóvenes en el empleo formal tampoco aumentó. En 2019 había 6.6 millones con puestos de trabajo registrados en el IMSS y en 2024 son 6.4 millones. El empleo formal no aumentó para jóvenes pese a las transferencias de Jóvenes Construyendo el Futuro, que reporta que apoyó a más de 2.8 millones el último quinquenio.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza sugiere cinco líneas de acción prioritarias para secar la raíz de la pobreza:
1. Un nuevo acuerdo laboral, que vincule mejores salarios y condiciones de trabajo con aumentos en la productividad, con base en el diálogo y la concertación.
2. Crear un sistema de protección social universal, no condicionado al trabajo, para el acceso a servicios de salud, cuidados y garantía de ingreso para personas con discapacidad o sin trabajo.
3. Creación del sistema de cuidados, con infraestructura suficiente en estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y otras modalidades de cuidado.
4. Política integral de empleabilidad para jóvenes que ofrezca educación técnica adecuada, capacitación, formación en habilidades socioemocionales y otras acciones de vinculación con las ofertas de trabajo, especialmente para jóvenes con rezago educativo y barreras de empleabilidad.
5. Fomento a la economía social, especialmente en las zonas indígenas y rurales marginadas, mediante fondos de inversión, canales de comercialización y apoyos de capacitación y asistencia técnica.
Sólo así, “comenzarán a parecer oportunidades laborales dignas y la raíz de la pobreza a erradicarse”, finalizó Gutiérrez.