El Rockefeller que apoyará a México

México /

Donald Trump leerá hoy su mensaje de aceptación de la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos. Y, por otro lado, se reunirán los presidentes Barack Obama y Enrique Peña Nieto para “consolidar la institucionalización de los mecanismos que conforman la nueva agenda entre México y Estados Unidos”.

Será de gran importancia conocer los acuerdos. Seguramente será la última reunión de dos amigos y, sin duda, entre los integrantes del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) pesará la sombra republicana de nulificar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el impasse legislativo estadunidense para aprobar el Acuerdo Transpacífico (TPP).

La incertidumbre y la parálisis son enemigos mortales de la planeación. Por eso es importante que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) defina ya la estructura de la oficina que abrirá en Washington y diga qué organismos empresariales y personajes amigos de México apoyarán los esfuerzos para cambiar la percepción en EU de lo que es nuestro país.

Tiene que explicar cómo se financiará esa oficina, quién financiará el cabildeo, qué despacho lo organizará, quién la encabezará y de qué forma se interactuará con el embajador y los representantes del gobierno en diferentes plazas de aquel país.

En épocas de dificultades graves en la relación bilateral, por ejemplo durante la presidencia de Ernesto Zedillo, la Cámara de Comercio México-Estados Unidos fue una herramienta central para recomponer el camino. Por ahí pasaron dirigentes empresariales de gran peso, como Alfredo Santos, Ernesto Rubio del Cueto, Carlos Yarzay Jacobo Zaidenweber. Hoy está muy debilitada.

Rodman Rockefeller, ex vicepresidente de la cámara e hijo del ex vicepresidente de EU, jugó un papel central para cabildear en el Congreso de su país a favor de México.

Frente a las circunstancias, el sector privado mexicano debería fortalecer y anunciar una relación más estrecha con el poderoso Business Council, y que los dirigentes de empresas automotores de EU anuncien apoyos políticos claros a favor de México o del sector minero y de telecomunicaciones. Quizá de allí debería salir el nuevo Rockefeller que complementara las acciones de otras organizaciones que saben lo que vale México y los mexicanos.

La idea del CCE de abrir una oficina en Washington es buena, enfrenta retos serios, y por eso debe haber respuestas de corto plazo.

CUARTO DE JUNTO

Hasta donde entiendo, el famoso proyecto de acueducto Monterrey VI ya se canceló por el actual gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez. Sin embargo, la Comisión para la Cooperación Ambiental que está integrada por los gobiernos de EU, México y Canadá, recibió una petición para revisar el proyecto porque causa daños ambientales en Veracruz, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí.

jesus.rangel@milenio.com

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