Los concesionarios de ferrocarriles ya dialogaron directamente con el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el servicio de tren de pasajeros e intercambiaron mucha información técnica con Jorge Nuño, secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT). Prevén que el 5 de febrero también habrá anuncios sobre el tema.
Por lo pronto, se espera que hoy Grupo México Transportes haga referencia al interés de participar en los proyectos de las siete rutas prioritarias de trenes de pasajeros anunciadas por el gobierno, durante la presentación de su informe financiero al cuarto trimestre del 2023 o en la conferencia telefónica, al igual que el jueves próximo, cuando lo haga Grupo México. Ambos corporativos son presididos por Germán Larrea.
Durante las múltiples reuniones de funcionarios de Ferromex, Ferrosur, CAF y Canadian Pacific Kansas City con el titular de la SICT, el gobierno federal insistió en utilizar las mismas vías y rutas de los trenes de carga para dar los servicios de pasajeros, sin nuevos trazos, con el propósito de realizar el menor gasto público posible.
Los empresarios insistieron en realizar estudios serios que por lo menos llevarán entre 12 y 16 meses según la ruta (la más importante es la de México-Querétaro). Se trata de análisis técnicos, de viabilidad financiera, participación público-privada, modificación de rieles, tarifas, demanda de pasajeros, fibra óptica, centros para estacionar trenes mientras pasa otro, cruces para uno y otro tren, frecuencias y velocidades y qué hacer con las múltiples áreas invadidas en derechos de vía, entre otros.
Como se sabe, las siete rutas prioritarias son tren regional México-Veracruz, Tren Interurbano AIFA-Pachuca-Tula, tren Buenavista-Tula-Querétaro-León-Aguascalientes, Tren Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato, México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo, México-Querétaro-Guadalajara-Tepic-Mazatlán-Nogales y Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez.
Se trata de evitar lo que sucede en el tramo ferroviario de Medias Aguas de 120 kilómetros en Coatzacoalcos, que fue cedido a la Secretaría de Marina por parte de Grupo México y no se utiliza ni para pasaje ni para carga; la misma dependencia pidió a Grupo México Transportes que continuara con su operación.
El tema va más allá del planteamiento presidencial de “arreglar un poco las vías y comprar los trenes de pasajeros”.