La asamblea general de tenedores de certificados bursátiles Fibra E del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) será histórica y Monex Casa de Bolsa, integrante de Monex Grupo Financiero, tendrá mucha responsabilidad como representante común de los propietarios de esos títulos, sobre todo de los millones de integrantes en fondos del retiro.
MILENIO publicó ayer que la reunión será el 29 de noviembre a las 11 de la mañana en las oficinas de Monex. Parece que no habrá problemas, porque la inversión en esta Fibra E está garantizada, pero falta conocer la decisión el gobierno federal.
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho en varias ocasiones que los tenedores de la emisión por 30 mil millones de pesos deben estar tranquilos. También se reunió con constructores, pero eso es harina de otro costal.
Los analistas de los mercados financieros han advertido que la incertidumbre a escala local, sobre todo en el tipo de cambio, es por “algunas decisiones de políticas públicas que ha anunciado el próximo gobierno federal”, como resumió el Grupo Financiero Inbursa.
Y una de estas decisiones es la cancelación de las obras en el nuevo aeropuerto derivada de una consulta popular a modo que provocó oposición y una marcha pública el 11 de noviembre en Reforma a favor de que continúe la construcción.
El arquitecto Fernando Romero diseñó el NAIM, y aunque directamente no se ha pronunciado por los resultados de la consulta, sí ha manejado en sus redes comentarios a favor de la construcción, como el 12 de noviembre cuando comentó sobre la marcha en Reforma que “para muchísimas personas es claro que Texcoco es una obra que debe continuar”.
Seis días antes publicó un video sobre las obras en el nuevo aeropuerto donde mencionó que 14 mil personas trabajan en el sitio.
Días antes de la consulta expresó que “uno de los argumentos más fuertes en la polémica sobre el aeropuerto es el financiero. Si se consideran no solo los costos de construcción, también la cancelación de un proyecto con más de 30 por ciento de avance, los números muestran claramente cuál es la mejor opción.
“Aunado a ello, el resultado es completamente distinto. Por un lado un hub internacional con triples operaciones simultáneas. En el otro lado, dos aeropuertos con operaciones aéreas incompatibles y una capacidad rebasada”.
Como usted recuerda, él dijo que el edificio y la infraestructura se convertirán “en un icono de México. El ‘aeropuerto del futuro’ está diseñado con inspiración en el pasado; la forma, el simbolismo y la monumentalidad del edificio son extractos de la arquitectura y el arte mexicano.
“Diseñado para ser el aeropuerto más sostenible del mundo, el primero con certificación LEED, y una sola terminal pensada estratégicamente para minimizar costos y maximizar la experiencia”.
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