El cartujo lee las declaraciones de Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y el estómago se le revuelve. Recuerda el incendio del 27 de marzo en la “estación migratoria” de Ciudad Juárez con su saldo de 40 muertos y la respuesta del funcionario cuando, casi un mes después, ante los cuestionamientos de varios reporteros dijo dormir tranquilo pues al momento de la tragedia él estaba a mil 800 kilómetros de distancia, sin poder hacer nada. Su apacible sueño —debió agregar— está bendecido por su impunidad y permanencia en el cargo debido a su amistad con AMLO, por eso vive sin zozobra, no como esos pobres diablos migrantes con el sueño guajiro de cruzar a Estados Unidos en busca de un destino mejor para sus familias, lejos de la miseria y el espanto de sus lugares de origen.
En la población coleta, al poner en marcha el Operativo Héroes Paisanos Verano 2023, de acuerdo con la nota del corresponsal de MILENIO Iván Cabanzo, Garduño dijo: “Chiapanecos, que su sol siempre brille en esta ciudad de San Cristóbal de las Casas (…), sean bienvenidos. Yo en lo particular los amo”. Exultante, reconoció a Chiapas como el estado de donde más mexicanos parten para trabajar en la Unión Americana, superando a Oaxaca. No habló, por supuesto, de los motivos del éxodo: pobreza, inseguridad, violencia, aumento del crimen organizado, invisibles para quienes se regodean con las cifras exorbitantes de las remesas, producto de la temeridad y el sufrimiento de nuestros paisanos en un país donde con frecuencia son víctimas de discriminación y brutal asedio por parte de las autoridades, como ocurre en México con quienes llegan de fuera arrastrando su miseria y sus miedos solo para encontrarse con iracundos subalternos de Garduño, el amoroso a quien —como diría Sabines— “la muerte (le) fermenta detrás de los ojos”, como a tantos otros políticos y funcionarios de un régimen donde se abrazan la insensibilidad, la impericia y el cinismo.
Queridos cinco lectores, volveremos a encontrarnos el 19 de agosto, luego de un urgente retiro espiritual, mientras El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.