En el confesionario, el cartujo reconoce su culpa: le robó el título de esta homilía al monero Garci, quien el jueves, en El Financiero, dividió su cartón así nombrado en cuatro momentos: en los tres primeros advierte el frenesí de Morena al cambiar la Constitución en días o incluso en horas para llevar a cabo las reformas en el Poder Judicial y el INE, la desaparición de los órganos autónomos y el agandalle de los recursos del Infonavit. En el cuarto, apunta: “Pero la ley para acabar con el nepotismo les va a tomar 6 años sacarla… si la sacan”; luego, en un recuadro con fondo negro, anota: “La sagrada familia” y debajo el diagrama del árbol genealógico de la rata, especie predominante en un sistema donde se multiplican las cloacas.
La modificación en el Senado a la iniciativa presidencial en contra del nepotismo y la reelección, propuesta para entrar en vigor en 2027 y relegada hasta el 2030, provocó indignación incluso entre simpatizantes de la 4T. Dibujantes, comentaristas y políticos respaldaron la idea de Claudia Sheinbaum, evidenciando las fracturas del partido en el poder. En La Jornada, Enrique Galván Ochoa escribió: “Los principales enemigos de la 4T no están en la menguada oposición, sino en sus propias filias”, y Julio Hernández López, a quien nadie podría identificar entre las huestes del conservadurismo, dijo: “A diferencia de lo que sucedía en el sexenio anterior, cuando a las iniciativas presidenciales no se les cambiaba ni una coma, ayer (martes) fue derrotada la propuesta de Claudia Sheinbaum Pardo contra el nepotismo y las relecciones (…)”. Señala, como tantos otros, a Adán Augusto López y Manuel Velasco como los “operadores principales de este vuelco” y dice: “[sus maniobras] muestran que en la conducción de las cámaras legislativas hay intereses capaces de rebelarse o cuando menos obstruir los planes presidenciales en aras de cuidar sus intereses facciosos”. ¿Así, o más claro?
Queridos cinco lectores, con estupor por los abrazos perdidos y por la primera tanda de criminales de alto nivel trasladados a Estados Unidos, algo inimaginable en tiempos del humanista de Palenque, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.