La fiesta de la megalomanía

Ciudad de México /

En la peregrinación de este 1 de septiembre, miles de fieles procedentes de todo el país colmarán el Zócalo para arrodillarse y escuchar a López Obrador, quien, revestido de santidad, podría hacer suya la evangélica sentencia: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6).

Lo saben todos y todas, incluida su aquiescente sucesora, en el reino de la 4T no se hace ni se hará nada —cuando menos por ahora— contra su voluntad, y en cada una de sus palabras el eco de otra sentencia bíblica resuena rotundo: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos” (Juan 14:15). Y eso han hecho y hacen sus siervos en el Legislativo, en el INE, en el TEPJF: amarlo y cumplir sus deseos; erigiéndose, además, el Legislativo en implacable inquisición contra la ministra Norma Piña y algunos otros herejes integrantes de la Suprema Corte.

La fiesta de la megalomanía comenzó este viernes en Palacio Nacional con la inauguración del “Primer Encuentro Continental de Comunicador@s Independientes: Informar es liberar”, auspiciado por el Ejecutivo como reconocimiento a quienes lo han acompañado en sus conferencias matutinas para elogiarlo, hacerle preguntas a modo o denostar a sus adversarios. A esos hombres y mujeres les dijo: “el periodismo siempre, […] siempre tiene que estar lo más cercano posible al pueblo y lo más distante posible al poder, esté quien esté en el poder”. Durante el acto, con ejemplar distancia del poder, algunos de los presentes tomaron la palabra para expresar su gratitud y admiración por AMLO, para gritar “Es un honor estar con Obrador” y, con generosidad, “perdonar” a quienes estando ahí prefirieron guardar silencio.

Después de tanto incienso el viernes, este domingo, en la principal plaza del país, tendrá lugar un nuevo capítulo de la falaz ceremonia del adiós —la falacia está a la vista: aunque guarde el silencio prometido, el actual mandatario seguirá en las sombras, pendiente de desviaciones y deslealtades de su proyecto. Y eso también lo sabe la feligresía de un régimen en el cual quizá seguirán existiendo tres poderes distintos, pero concentrados en un solo dios, o diosa. 

Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén. 


  • José Luis Martínez S.
  • Periodista y editor. Su libro más reciente es Herejías. Lecturas para tiempos difíciles (Madre Editorial, 2022). Publica su columna “El Santo Oficio” en Milenio todos los sábados.
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