Hoy es mi cumpleaños y nunca he entendido por qué a la gente le da pena decir cuántos cumple, ¡yo hoy llego a los 42! La realidad es que cumplir años es un privilegio pues quiere decir que seguimos vivos, a veces se nos olvida que el reloj va rápido y va hacia adelante. Uno de mis lemas de vida es el famoso “carpe diem, quam minimum crédula postero” que significa “vive el momento, por qué el mañana no sabemos si exista”. Los humanos somos tan ególatras que se nos olvida que somos temporales y que como decía el chileno, el Padre hurtado “solo somos un disparo en la eternidad” un espacio de tiempo y de materia que conforma la vastedad del universo y en nosotros está hacer que valga la pena nuestro paso por la tierra. Una de las cosas que he aprendido y que quisiera en algún punto de mi vida hacer prácticas es el hecho de entender que a veces damos demasiada importancia a cosas sin sentido o irrelevantes, como si de eso dependiera la subsistencia de la raza humana, nos preocupamos por el día a día sin entender que quizás no lo crucemos, nos quejamos de la lluvia, del sol, del sistema político y la realidad es que al final como los ríos: “todo sigue el curso que tiene que seguir”, a veces los cambios son necesarios y nos enseñan a entender, a sensibilizarnos, a ser más empáticos, más compartidos, más comprensivos, mejores seres humanos que quizás debería ser lo que más nos debería importar. (Si llegaste hasta aquí querido lector y estás pensando “y esta qué se fumó” ahaha no fumé nada y no recomiendo que lo hagan) simplemente es que cada cumpleaños es uno más pero también uno menos y se acentúan las nostalgias y los sentimentalismos y se aparece esa pregunta que a veces por cobardía o indiferencia la gente prefiere no hacérsela ni mucho menos inspeccionar en el alma para contestarla. ¿A qué vine a este mundo? ¿Cuál es mi misión? ¿Puedo hacer algún cambio? ¿Valió la pena mi existencia? ¿He sido feliz? Y de cualquier manera y cualquiera que sea tu respuesta, al final del día cuando llega el momento de irnos, simplemente termina la experiencia terrenal. Y las preocupaciones, las deudas, los rencores y el qué dirán se extinguen con nuestro nombre y nuestra persona. Y está bien, no hay que tener miedo, es parte de un ciclo y un proceso increíble que, sin duda, vale la pena experimentar, así que por favor vive y no olvides todos los días ¡celebrar tu existencia! Y por cierto: feliz cumpleaños a mí :) _
Celebra tu existencia
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