Justicia y caridad

Estado de México /

En el año 2009 el papa Benedicto XVI publicó su encíclica "Caritas in veritate" (La caridad en la verdad) sobre el tema del desarrollo humano integral. Entre otros puntos, uno de especial interés es la relación entre la caridad y dos de los criterios orientadores de la acción moral en la sociedad, que son la justicia y el bien común.

Recuerda el papa que toda sociedad elabora su sistema de justicia y señala en seguida que la caridad no se opone a ella, sino que "va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo 'mío' al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es «suyo», lo que le corresponde en virtud de su ser y de su obrar. No puedo 'dar' al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde. Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. No basta decir que la justicia no es extraña a la caridad, que no es una vía alternativa o paralela a la caridad: la justicia es 'inseparable de la caridad', intrínseca a ella".

Benedicto XVI menciona también a su predecesor, san Paulo VI, que decía que la justicia es la "medida mínima" de la caridad. Por eso propone que la caridad exige el respeto de los derechos de las personas y de los pueblos, pero también que supera y completa la justicia porque sigue la "lógica de la entrega y el perdón", de modo que "la 'ciudad del hombre' no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. La caridad manifiesta siempre el amor de Dios también en las relaciones humanas, otorgando valor teologal y salvífico a todo compromiso por la justicia en el mundo".

El otro criterio del que muestra la relación con la caridad es el del bien común, porque "Amar a alguien es querer su bien y trabajar eficazmente por él (...). Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien común. Es el bien de ese 'todos nosotros', formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social".

El papa asegura que "se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales. Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la pólis (ciudad o comunidad política)" y culmina diciendo "Ésta es la vía institucional —también política, podríamos decir— de la caridad".

Pedro Miguel Funes Díaz

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