El Cruz Azul se está enfrentando, habrá que aceptar que de forma inesperada, a lo que sabía que más temprano que tarde iba a suceder: que un equipo con mayor poder económico y de una Liga europea, llegara y se llevara al excelente entrenador que contrataron hace cosa de 14 meses.
Por esta razón es que el presidente y el director deportivo de este equipo, Víctor Velázquez e Iván Alonso, es que impusieron una cláusula de rescisión en el contrato que firmaron con Martín Anselmi.
Por lo que ha trascendido: 10 millones de dólares si el interesado fuera un club de la propia Liga Mx; 5 millones de dólares si se tratara de un club extranjero de mediano nivel y 3 millones de dólares si el ofertante fuera un club de los considerados grandes del futbol europeo o una selección nacional.
Todo indica, porque al momento de escribir esta columna no se conoce ningún comunicado oficial por parte de ninguno de los tres involucrados, que ese momento llegó. Se asegura que el Porto, uno de los tres principales clubes de la Liga portuguesa y habitual buen protagonista de las competiciones europeas, se puso ya de acuerdo con Anselmi para que éste se vaya de inmediato a dirigirlos.
Se dice también que solo está pendiente que el Cruz Azul y el Porto se pongan de acuerdo en el monto de la cláusula, si serán los 5 millones o habrá una rebaja como también se afirma es lo que están buscando los lusos.
Todo lo demás que se diga en torno a esta historia debe partir de esta verdad. Que a la afición cruzazulina, enamorada de Anselmi, le está sabiendo esto a hiel es la pura verdad. Que impera el desconcierto y hasta el enojo por las formas y el momento en las que el argentino ha comunicado esto, también es verdad.
Que si abandona al Cruz Azul en las próximas horas o días, como todo indica sucederá, dejará a Martín Anselmi como un inconsecuente, traidor, malagradecido y todos los demás epítetos que se le ocurran, también es verdad.