Lo primero que uno tiene que destacar de la lista de 23 seleccionados nacionales que dio a conocer la tarde del lunes Javier Aguirre, es que no hay llamados por trayectoria. Lo que se reconoce en cada uno de los convocados para enfrentar al representativo canadiense, es su presente. Viven un incuestionable buen momento.
De entrada, los porteros. No había razón para seguir llamando al veterano Guillermo Ochoa, que no pasa por un gran presente, y sí en cambio a los tres guardametas que aparecen, todos de extraordinario desempeño en la presente temporada de la Liga Mx. Luis Ángel Malagón y Raúl Tala Rangel venían siendo ya considerados por el director técnico, pero causó una agradable sorpresa la inclusión de Carlos Moreno, que con los Tuzos del Pachuca ha tenido actuaciones sobresalientes.
Hay sectores en donde la polémica puede tener sentido, como en el de los delanteros, pero Aguirre ha tenido que escoger acotado por el límite de inscripción reglamentario. Llamó a Santiago Giménez, Julián Quiñones y Raúl Jiménez. Nadie se lo podrá reprochar. Dejó fuera al americanista Henry Martín, que apenas lleva un gol en el torneo y no ha terminado de retomar su nivel tras haber estado lesionado.
En la defensa no está Jesús Orozco Chiquete porque pese a sus extraordinarias condiciones no se ha consolidado como un central incuestionable en el Cruz Azul. Sí llamó a Érik Lira, que se ha ganado a pulso su inclusión con mucho más que entrega y compromiso. En la central optó por el joven americanista Ramón Juárez. Otra vez, ¿quién se lo podrá reclamar?
Quizá el llamado de sustento más frágil sea el de Efraín Álvarez, de los Xolos. Pero aquí hay que recuperar la debacle de un Uriel Antuna o un Tecatito Corona para entender su aparición. O el estado no muy estable del Chucky Lozano, de reciente incorporación al San Diego, de la MLS.
Me parece una buena convocatoria. Inteligente y honesta.