Acabo de hacer un descubrimiento: si me sube la presión arterial baja mi autoestima y si sube mi autoestima baja mi presión arterial. Pequeño problema, tomo pastillas para la hipertensión. ¿Cómo descubrí esta conducta psíquico-biológica?, así le llamo yo, de una forma sencilla. 145 /88: soy una basura humana; 125/80, soy un tractor, nada me detiene.
Hay antídotos para los pensamientos oscuros, los hermanos Marx: Groucho, Chico, Harpo, Zeppo son representantes indiscutibles del humor en la literatura y en el cine. Siempre me gustaron las películas de los hermanos Marx: Los cuatro Cocos, Pistoleros de agua dulce, Plumas de caballo, Sopa de pato, Un día en la ópera y Un día en las carreras.
Groucho cura la tristeza: “Amigos míos, les voy a describir ese grandioso, maravilloso continente lleno de misterio que es el África. África parece ser obra del mismísimo señor, y por mí puede quedársela”.
Groucho le dice a Chico: “Una vez conocí a un tipo que tenía un asombroso parecido con usted, su nombre era Ravelli”. Chico contesta: “Yo soy Emmanuel Ravelli”. Groucho le responde: “Vaya, entonces no es raro que se le asemeje, pero insisto en que se le parece”.
Una mujer le dice a Groucho: “toda mujer tiene tres edades: la edad cronológica, la edad física y la edad emocional”. Y Groucho le responde: “Eso es cierto. Pues le digo que el hombre tiene siete edades y las siete son pésimas”.
“El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír. El sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”. Woody Allen, gran seguidor de los Marx, renovó la comedia cinematográfica de los años 70. Su humor empieza en el espejo, es decir, en la burla de sí mismo, esa es una de las novedades de la ironía de Allen. Algunas de sus excelentes películas son Bananas, El dormilón, La última noche de Boris Grushenko. Y desde luego Annie Hall, Manhattan, Zelig, Broadway Danny Rose. Y más. Allen le añadió al humor su contraparte, la melancolía: se puede reír y casi al mismo tiempo sentir un aire melancólico. Después de reír, siempre sobreviene una rara tristeza.
Una parte de esa obra divertida, crítica, bien escrita se encuentra en los libros: Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, Sin plumas, Pura anarquía. Todas estas colecciones de cuentos se encuentran reunidas en Cuentos sin plumas.
Una gran frase de Allen, de la película Bananas: “Me gusta leer pornografía en braille”.