El drenaje profundo con todas sus dificultades aún funciona y drena las aguas negras de la ciudad.

Tela de sevoya de Miriam Moscona resurge como una obra que enlaza memoria, lenguaje y exilio con maestría narrativa.

Mi padre era inventor. No se burlen, inventaba cosas imposibles. Después de aquella tromba decidió que nunca le volvería a tocar la desgracia de su casa inundada. Ideó una compuerta y un sistema de rieles.

Los fundamentos teóricos de la informática y la computación como hoy la conocemos llegaron muchos años después de esos parientes prehistóricos de la laptop.

Me puse a escombrar, a buscarle un sentido a la vida en el desorden. Esto ocurre muchas veces en las mudanzas. Encontré entonces un estuche negro cubierto de polvo del que saqué mi maquina Olympia.

En su 'Ensayo del entendimiento humano', John Locke pensó que la definición ética y legal de una persona se basa en la persistencia de la identidad a lo largo del tiempo.

Me limpié el sudor con la sábana. Al despertar, los recuerdos suelen ser destructivos, los confundimos con el sueño, pero su realidad se impone y nos revela una fragilidad incurable.

No tengo planes de viajar a la estrella Nova, se los juro, pero la verdad es que han pasado cuarenta y cinco años desde aquellos días y yo aquí tan campante.

El destino no es algo que nos espere en el porvenir, el destino es la vida de hoy, el destino es el presente.