Se esperaba una optimista taquilla de 135 millones de dólares en Estados Unidos para Moana II. Considerando que Disney ha tenido sus muy fuertes subibajas con títulos que antes parecían blindados, estaban siendo cautelosos. Pero ya no tienen que hacerlo con esta secuela, que rompió todo en uno de los fines de semana mas importantes (y largos) de la taquilla mundial: el del Día de Acción de Gracias. Y agradecer es seguramente lo que están haciendo Disney con Moana y a Universal con Wicked. Gladiador de Paramount también tiene cosas que celebrar, considerando que las tres cintas juntas han roto varios récords, incluyendo el del Thanksgiving Weekend más exitoso de TODOS los tiempos en su país de origen (medida Comscore).
¿Pero por qué estar hablando de los números en taquilla en este momento? Porque hace nada estábamos preguntándonos si realmente el cine volvería a ser un evento. Porque no solo fue una pandemia y varias huelgas, sino una revolución cultural que tiene al lenguaje de Hollywood castigadísimo con los públicos del mundo hartos de sentirse (cierto o no) indoctrinados. Además, Moana II estaba siendo creada para la plataforma de Disney+ y no para los cines. Estoy segura que están felices de haber cambiado de opinión.
Recuerdo que a principios de este año, hablando con la gente de Pixar justo antes del estreno de Intensamente II (ya la película más exitosa en América latina de todos los tiempos), me decían: “Por favor dile a todos que va a tardar mucho mucho tiempo para que esto llegue a la plataforma”. Claramente aún existe un gran público para el cine en gran formato, y ya es toda una nueva generación que se ha enamorado de grandes historias con la mejor música y todas las emociones desbordadas. Lo celebro y espero que esto pronto deje de ser sorprendente y así sigan los grandes eventos cinematográficos, con las emociones que implican, por y para siempre.