Entre más ruda se pone la competencia con la creación de contenidos locales resulta increíble ver cómo la programación de nostalgia sigue siendo la apuesta más segura en esta nueva era de streamers. Precisamente por eso la llegada de Seinfeld a Netflix en octubre es una gran noticia por muchos motivos: empezando por el hecho de que toda una generación nueva va a poder ver qué hacíamos los GenXers más ninis de todos los tiempos.
“Se rumora que en algún lugar del mundo, no se está repitiendo un capitulo de Seinfeld en este preciso momento”, nos dijo Jerry en una entrevista hace años. Mucho antes de que llegara el streaming a Estados Unidos, y estaba solo en las afiliadas de NBC. El tema de los derechos es complicado y cambia por región; Sony, que no tiene plataforma de streaming, tenía los derechos de la serie porque la produjo para NBC en su momento, terminó su tiempo con Hulu (de Disney), y firmó para que los más de 180 capítulos del “show acerca de nada” llegaran a la plataforma más popular, incluyendo a México.
Así como resultó devastador perder Friends (los amigos regresaron a su casa matriz que es Warner y, por lo tanto, están en HBO Max), esta es la única serie que en el mercado estadunidense puede competirle en popularidad, y en el resto del mundo no le va mal tampoco. Y hay otra cosa muy particular que valdrá la pena volver a visitar, particularmente en estas fechas: Seinfeld es por excelencia la serie de NY antes del 11 de septiembre del 2001, fecha que cambió el mundo, el humor y la geopolítica. Ver esos retratos de un mundo antes de lo políticamente correcto será un respiro delicioso ahora que aún retumban los ecos de tiempos más libres.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel