Taylor Swift ha hecho maravillas de cameos o apariciones sorpresa en cosas que jamás imaginarían. Es claro que lo hace cuando quiere y deja que los rumores corran cuando a alguien se le ocurre algo que le causa gracia, aunque no necesariamente sea cierto. Al menos en lo que apariciones especiales y quizás, pronunciamientos políticos, se refiere.
Paso con la malísima película Argylle, que miles de fans juraban y perjuraran que la había escrito ella y que la pista al respecto era la mochila para transportar al gato que tanto se parecía al de ella. Falso, pero ayudó a la película. Hasta que vieron lo mala que era y ahí quedó claro que no era una producción para Swifties (ni para nadie).
La mala noticia tiene que ver con los reportes de medios muy respetables (aún quedan algunos) respecto de la fantasía de verla, aunque sea en una aparicion especial, en Deadpool vs. Wolverine. Con todo y la gran amistad con Ryan Reynolds y su esposa Blake Lively, y aunque la vieron más de una vez platicando con el director de la cinta, Shawn Levy, eso no va a pasar.
La película va a estar bien sin ella, aunque hubiera sido un deleite ver a los megafans de Marvel toparse con los
Swifties más intensos del planeta. Me causa tristeza pensar que no pasará solo por lo divertida que puede ser esta mujer cuando se le da gana. Mi favorito es un sketch que hace en Saturday Night Live con los chicos de Please Do Not Destroy en el que hacen un video llamado “Tres virgenes tristes”, con Pete Davidson y Taylor Swift. Búsquenlo en YouTube; la mala noticia es que no habrá Marvel Swift.