A 2 años del hallazgo de dos cuerpos en Insurgentes: historia de un crimen impune

La madrugada del 17 de junio de 2018 fueron localizadas las extremidades de dos personas sobre la avenida Insurgentes, un crimen que confirmó la guerra entre el crimen organizado en la CdMx.

Los restos humanos fueron encontrados sobre avenida Insurgente. (Especial)
Joshua Hernández
Ciudad de México /

El hallazgo de 24 extremidades humanas y un mensaje sobre avenida de Los Insurgentes, la principal de la Ciudad de México, prendió las alarmas en la capital del país el 17 de junio de 2018.

La escena representaba una señal clara de la presencia de cárteles y grupos criminales en la ciudad. Los medios locales, nacionales e internacionales registraron el hecho; este jueves se cumplen dos años y el caso sigue impune. Sólo hay un detenido y seis personas más prófugas (dos de ellas mujeres) de un crimen que se coordinó en la alcaldía Álvaro Obregón y se cometió en un departamento de la Unidad Habitacional El Rosario, alcaldía de Azcapotzalco.

MILENIO tuvo acceso a documentos judiciales sobre el doble homicidio, un expediente que relata que el asesinato se coordinó a través de engaños y se concretó poco antes de la media noche del 16 de junio de 2018 como parte de una venganza entre dos grupos criminales: La Unión y la Anti Unión.

La evidencia

A las 05:15 horas del 17 de junio de 2018, un elemento de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, recibió la instrucción de áreas centrales de trasladarse al puente de Avenida Insurgentes, colonia Nonoalco Tlatelolco.

Al llegar, ubicó una manta colgada sobre el puente peatonal con un mensaje dirigido a Jorge Flores Concha El Tortas. El policía relató que “sobre el arroyo vehicular del referido puente (con dirección al sur) –observó- dos cabezas humanas y diversas partes desmembradas (manos, piernas, brazos, orejas, pies y dos troncos)”. De inmediato acordonó el área.

Los peritajes del personal en criminalística de la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), hoy Fiscalía General de Justicia (FGJCDMX), recopilaron cinco bolsas con las extremidades, así como “un mango de bisturí con el número tres y una hoja de bisturí con el arábigo diez”.

A decir de los peritos, “los cortes hechos a los segmentos humanos (los cuales correspondían a dos personas) fueron realizados con instrumentos con filo, y por otra, que las víctimas murieron de entre cuatro a seis horas previo a su hallazgo, sin que se descartara la intervención de alguna persona con conocimientos de anatomía y uso de instrumentos médicos”.

Un día después, cerca de las 18:40 horas un policía municipal, reportó el hallazgo de una “máscara de piel” al interior de una bolsa negra en San Juan Ixhuatepec en Tlalnepantla, Estado de México.

Las piezas de un caso que apuntaba a una disputa entre La Unión Tepito y la Anti Unión, comenzaron a tomar forma con la necropsia (18 de junio) de un primer cuerpo (joven de entre 18 y 23 años), quien después sería identificado como José Francisco de Jesús Oropeza.

El reporte detalla que la muerte fue por “alteraciones viscerales y tisulares causadas en los órganos interesados por un traumatismo craneoencefálico y torácico”. Ese mismo día, el “cadáver” fue identificado por su mamá y padrastro.

Una segunda necropsia identificó a Alfonso Delgado Pérez como la otra víctima, quien murió de “traumatismo craneoencefálico-torácico, provocado por las contusiones que le fueron inferidas con un objeto de consistencia sólida (palo o trozo de madera)”.

El hallazgo obligó al gobierno capitalino a reconocer que los cárteles de la droga operaban en la CdMx. (Especial)

Un rompecabezas con sello del crimen organizado

Las investigaciones de las autoridades permitieron establecer que el crimen se cometió en un departamento de la Unidad Habitacional El Rosario. El doble homicidio inició con la llegada de José Francisco de Jesús Oropeza al lugar a las 13:15 horas del 15 de junio de 2018.

Esta información fue cotejada por una persona detenida en la Fiscalía de Iztapalapa por el delito de narcomenudeo con la que tuvo contacto Francisco de Jesús mientras estuvo en el inmueble.

El análisis de las llamadas telefónicas que realizó José Francisco, establece que a las 03:19 horas del 16 de junio de 2018 dejó de emitir señal su teléfono celular en el departamento de El Rosario. Durante el tiempo en que estuvo activa señal, tuvo comunicación con Dalibor Patrick Silva Torres, pieza clave en el doble crimen.

El mismo análisis permitió establecer que Alfonso Delgado Pérez se encontraba en su departamento ubicado en la colonia Olivar de los Padres, alcaldía Álvaro Obregón, cuando recibió una llamada de una mujer, la cual fue hasta su domicilio la noche del 16 de junio.

La mujer que llegó al departamento de Alfonso Delgado tuvo contacto con una segunda mujer, quien a su vez se comunicaba con Dalibor Patrick Silva Torres. Cinco llamadas fueron hechas entre Dalibor y la segunda mujer, entre las 21:00 y 22:34.

Dos más fueron realizadas: una de las 23:12 y una más a las 22:22. En una de esas llamadas le informaron a Dalibor Patrick Silva Torres que Alfonso había dejado el departamento para dirigirse a la Unidad Habitacional El Rosario. La suerte estaba echada.

El crimen

El relato de las autoridades indica que el doble homicidio inició en los últimos minutos del 16 de junio de 2018. Al ingresar al departamento Alfonso Delgado se percató que José Francisco de Jesús Oropeza ya se encontraba sometido. Inmediatamente él también fue inmovilizado por lo menos por cuatro personas más.

Ambos fueron amarrados de las extremidades y golpeados por sus captores hasta asesinarlos. El expediente relata que, en el caso de José Francisco de Jesús Oropeza, los victimarios lo “sometieron y sujetaron de sus extremidades superiores e inferiores, causándole diversas lesiones equimóticas y equimóticoescoriativas en múltiples regiones anatómicas de su cuerpo, así como un traumatismo cervical con un palo o trozo de madera”.

A Alfonso Delgado “le provocaron varias lesiones de naturaleza corto-contundentes, equimóticas, equimótico-escoriatívas, cortantes y punzo-cortantes en diversas regiones anatómicas, así como un traumatismo craneoencefálico y torácico estas últimas, producidas con un objeto u objetos de consistencia sólida (palo o trozo de madera)”.

Después de ser asesinados, “desmembraron los cuerpos de las víctimas” y los “empaquetaron” para subirlos a un vehículo marca Camaro, con placas del Estado de Morelos, propiedad de Dalibor Patrick Silva Torres, quien llegó al lugar cerca de 01:56 de la mañana.

Durante las siguientes tres horas las extremidades fueron sacadas y subidas al vehículo de Dalibor Patrick.

A las 04:56 se tiene el registró que el Camaro es escoltado por dos vehículos quienes lo acompañan a dejar las extremidades.

Dalibor Patrick Silva Torres fue detenido a finales de diciembre de 2018 y fue vinculado por el delito de homicidio, sin embargo está a la espera de la sentencia, luego de que interpuso un amparo. Las otras dos mujeres y cuatro hombres están prófugos.

Las pruebas

Las investigaciones de las autoridades tienen como evidencia, los objetos encontrados en el departamento de Dalibor Patrick Silva Torres. Entre ellos: un par de zapatos tenis color metálico oscuro con puntas en todo el cuerpo, marca Zircon j75 talla nueve, siendo el caso que la bota derecha (en la parte externa superior) presentaba una mancha rojiza, al parecer hemática.

Otro par de tenis color negro con vivos blancos, azules y amarillos y suela negra, pinchos de color gris y talonera marca Fendi talla 41, también con manchas de color rojizo (al parecer hemáticas) y con salpicaduras en la parte blanca.

Una toalla de manos color blanca con la leyenda “Luz G” marca Towel con manchas color café en ambos lados (al parecer hemáticas), así como el vehículo Camaro color blanco que fue localizado en el condominio donde habitaba Dalibor Patrick, quien tiene el antecedente del delito de encubrimiento por receptación.

Otros elementos son dos palos o trozos de madera con manchas de color rojizas que fueron localizados en el departamento de la Unidad Habitacional El Rosario, los cuales después de analizarlos les fue encontrado el ADN de las dos víctimas.

El informe de evidencias incluye llamadas telefónicas, declaración de testigos, videos de cámaras de seguridad, testimonios de policías, así como informes periciales. El crimen sigue impune.

ledz

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