Una conductora poblana de Uber denunció que durante un trayecto de casi media hora, tuvo que aguantar tocamientos lascivos y comentarios fuera de lugar por parte de un cliente, registrado en la aplicación como Jordán “N”, quien viajaba en estado de ebriedad el pasado 27 de febrero en la zona de La Calera.
La chofer relató que Jordán “N” le hizo la plática y le contó que sus amistades solo lo buscaban por dinero, que su padre había fallecido hace unos meses y que su refugio era el alcohol, esto mientras le hacía cumplidos y la tocaba sin su consentimiento mientras se dirigía al destino que marcaba la aplicación móvil.
“El usuario me tocaba el brazo más allá de llamarme la atención o de oye préstame atención, me acariciaba como tal, en varias ocasiones hizo esto y en una de esas ocasiones hasta llegó a acariciar mi cabeza”, narró bajo el anonimato a Grupo Multimedios.
Durante el trayecto, a su decir de la automovilista, pasaron muchas cosas por su cabeza como detenerse al ver una patrulla, terminar el viaje o pedirle al pasajero que se bajara, pero ninguna de estas opciones pudo ejecutar, por ello continuó con el servicio.
Luego de que fue amenazada con la consigna de ser un hombre influyente en la ciudad, lo dejó en su destino y condujo a casa, un lugar seguro para asimilar la situación y poder denunciar en la aplicación de Uber esta situación.
Sin embargo, la conductora nunca se imaginó lo que pasaría, pues le hicieron más de quince preguntas respecto al caso, pedían pruebas explícitas de lo sucedido, lo que a su decir fue revictimizar, ya que la empresa tiene acceso a las grabaciones audiovisuales.
Después de esto, la única solución que le dieron fue que jamás volvería a tener un servicio con este usuario, sin embargo, no sería bloqueado o sancionado, hasta que volvieran a denunciar un caso similar al suyo.
Ante la omisión, acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) para levantar una denuncia en contra de su agresor, sin embargo, pide a la aplicación proteger a sus conductores de estos actos.
CHM