El acoso de grupos criminales ha dejado una estela de muertes y hasta quema de vehículos en los municipios de Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo y en otras cuatro localidades. En todos y cada uno de los hechos de violencia en los siete municipios en Guerrero, hasta el momento prevalece la impunidad.
En los últimos cuatro meses han sido ejecutados 24 choferes del transporte urbano, así como dos líderes, sin que hasta el momento ninguno de los responsables de los crímenes haya sido detenido.
“A la mejor nuestro pecado, es meternos a las colonias donde pertenece un grupo y nos metemos donde hay otro grupo. “Eso es lo que sucede, hemos sido víctimas de secuestro, de cobro de cuotas y de muchas cosas, somos un sector muy codiciado por la delincuencia organizada”, sostiene el líder de Un nuevo Horizonte para Guerrero, Rogelio Hernández Cruz.
Así, a lo largo de estos ocho meses, los transportistas realizan sus labores bajo el acoso de los grupos criminales, quienes los persiguen, acorralan y amenazan para participar en las movilizaciones contra autoridades federales y estatales.
Dos de los líderes, Francisco García Marroquín de Chilpancingo, fue ultimado a balazos, el pasado 31 de mayo. En tanto, Marco Antonio Medina, fue acribillado el pasado siete de mayo en Coyuca de Benítez.
Las autoridades ministeriales aseguran que las agresiones contra los choferes del transporte público han sido motivadas por el control de estas agrupaciones, por venganza y por resistirse a participar en movilizaciones de grupos criminales en Zihuatanejo, Chilpancingo y Acapulco.
“Esta es la principal causa, la principal razón por la que se han incrementado los delitos en contra del transporte público en el estado, y es precisamente donde las investigaciones de la fiscalía están enfocadas en dar con los generadores de violencia”, afirma el vicefiscal de investigación Ramón Celaya Gamboa.
De acuerdo con las autoridades ministeriales de la entidad, en Chilpancingo hay dos grupos que se disputan el control. En Acapulco, se presume la existencia de al menos cinco grupos delictivos, dos de carácter nacional y células criminales guerrerenses que han incursionado y generan la violencia en el puerto.
“Se habla del cartel de Sinaloa, se habla del cartel Jalisco, que no ha sido corroborada su presencia. Sin embargo, sí existen facciones confirmadas que operan en Acapulco, del Cartel de la Sierra, el cartel de Los Tlacos, pequeñas células de Los Ardillos que han querido incursionar en la zona”, dijo.
Rogelio Hernández, asegura que todos los asesinatos contra transportistas han quedado impunes. Dice que no conoce un solo caso donde se haya hecho justicia a la familia, y reprocha que ningún transportista está cuidado ni por marinos o militares, y solamente salen a trabajar a la calle y no saben si regresarán con vida.
El vicefiscal Celaya Gamboa, asegura que las indagatorias siguen su curso que a ninguna investigación se le ha dado carpetazo, “a ningún caso, vamos a seguir trabajando, y vamos a dar con los responsables”.
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