En su propósito de establecer las bases de la llamada cuarta transformación y evitar un retroceso al finalizar su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó durante la primera mitad del sexenio 18 reformas constitucionales que en conjunto modificaron 55 artículos de la Carta Magna.
Con ello, el presidente de la República superó ya las reformas a la Constitución Política decretadas por sus antecesores Carlos Salinas (15) y Vicente Fox (17), e igualó las publicadas por Ernesto Zedillo (18,) pero se mantiene todavía a distancia de las firmadas por Felipe Calderón (38) y Enrique Peña Nieto (28).
Al conmemorarse este 5 de febrero el 105 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, el total de decretos presidenciales para reformar la ley suprema suma 251 en un siglo, desde el 8 de julio de 1921 hasta el 28 de mayo de 2021.
De acuerdo con las bases de datos de la Cámara de Diputados, López Obrador decretó 18 enmiendas constitucionales en los primeros tres años de su administración.
En contraste, el ex presidente Peña Nieto sumó 22 reformas en la primera mitad de su gestión; Calderón, también 22; Fox, sólo cinco; Zedillo, otras cinco, y Salinas, seis.
López Obrador contó en la 64 Legislatura del Congreso de la Unión (2018-2021) con una mayoría cercana a las dos terceras partes para aprobar las enmiendas constitucionales y, con el bloque integrado por Morena, PT y PVEM, consiguió la aprobación de las reformas emblemáticas de su mandato.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, calificó incluso a los diputados de la coalición Juntos Haremos Historia como los “legisladores constituyentes de la cuarta transformación”.
“Quiero agradecer a todos y cada uno de los diputados y las diputadas del grupo parlamentario de Morena por su incondicional apoyo y les quiero recordar que ustedes son, somos, orgullosamente, las y los diputados constituyentes de la cuarta transformación”, arengó en su última intervención en tribuna del Palacio de San Lázaro, al solicitar licencia para dejar su curul el 4 de noviembre de 2020 para competir por la presidencia de su partido.
Reformas de la 4T
Entre las reformas de la llamada cuarta transformación encabezada por Andrés Manuel López Obrador destacan las referentes a la creación de la Guardia Nacional y la elevación de las becas para adultos mayores, estudiantes y personas con discapacidad a rango constitucional.
Como parte de sus compromisos de campaña, el presidente de la República promovió a través de su partido en el Congreso de la Unión la figura de revocación de mandato y modificaciones al fuero constitucional, a fin de que el mandatario en turno pueda ser procesado imputado y juzgado por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todos aquellos delitos por los que podría ser enjuiciado cualquier ciudadano.
El titular del Ejecutivo cumplió igualmente el acuerdo con la disidencia magisterial para derogar la reforma educativa del ex presidente Enrique Peña Nieto y aprobar una nueva, ya sin los mecanismos de evaluación que Morena y la CNTE calificaron de “punitivos”.
Destaca también la reforma al artículo 28 constitucional para prohibir las condonaciones de impuestos.
El presidente López Obrador firmó igualmente el decreto para ampliar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, incorporando el abuso o violencia sexual contra menores, feminicidio, robo a casa habitación, uso de programas sociales con fines electorales, corrupción, robo al transporte de carga, delitos en materia de hidrocarburos, desaparición forzada de personas y delitos en materia de armas de fuego y explosivos de uso exclusivo del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
La primera reforma constitucional firmada por el actual mandatario fue también en materia de justicia para facilitar la extinción de dominio a través de un proceso de naturaleza civil y autónomo del penal, y procedente sobre bienes cuya legítima procedencia no pueda acreditarse y se encuentren relacionados con hechos de corrupción, delincuencia organizada, robo de vehículos, delitos contra la salud, secuestro, extorsión, trata de personas y delitos en materia de hidrocarburos, entre otros.
Sin ser iniciativa de López Obrador ni formar parte de la agenda de la cuarta transformación, el presidente de la República promulgó la reforma del Poder Judicial para combatir la corrupción y el nepotismo en el sistema de justicia, además de crear los tribunales colegiados de apelación en sustitución de los tribunales unitarios de circuito y los plenos regionales en reemplazo de los plenos de circuito.
DMZ