Arturo Beltrán Leyva, el capo que relacionaron con Galilea Montijo y es señalado de sobornar a García Luna

Sergio Villarreal Barragán aseguró que en una casa de Beltrán, entregaban una cuota mensual a García Luna.

Arturo Beltrán Leyva fue asesinado en 2009. (Especial)
Ciudad de México /

Arturo Beltrán Leyva fue un personaje recurrente este lunes en el relato testimonial de Sergio Villarreal Barragán, El Grande, en el primer día de delaciones de testigos en el juicio contra Genaro García Luna, super policía del calderonismo.

De acuerdo con Villarreal, quien era operador del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, García Luna se daba cita en una casa cerca del Centro Comercial Perisur, al sur de la Ciudad de México, la cual pertenecía a Arturo Beltrán Leyva. Ahí, con  Luis Cárdenas Palomino, se solían repartir los 1.5 millones de dólares que era la cuota mensual que el grupo criminal entregaba a estos mandos de la AFI.

"Armando Espinoza de Benito trabajaba para El Mayo y El Chapo y Gómez Meza era director regional de la AFI y parte de su trabajo para el cártel de Sinaloa era el de poner y quitar comandantes en toda la república sobre todo para los Beltrán Leyva", decía el interrogado. "Así se recorrió las relaciones con cada uno de ellos. Necesitábamos gente de confianza, así que nos dejaban poner a quienes quisiéramos".

Arturo Beltrán Leyva fue abatido el 16 de diciembre de 2009 y poco después cayó El Grande.

Villarreal también afirmó que la Agencia Federal de Investigaciones, que ya dirigía Genaro García Luna, “nos entregaba uniformes, camionetas clonadas y charolas que son credenciales de identificación de la agencia", y que estos artículos eran entregados por Arturo Beltrán.

Arturo Beltrán Leyva e Iván Reyes Arzate

Iván Reyes Arzate, el ex policía federal que se entregó a las autoridades estadunidenses en Chicago, trabajaba para el cártel de los Beltrán Leyva al menos desde 2009, según la acusación revelada por una corte del distrito de Illinois en 2017.

Según la acusación Reyes Arzate mantuvo encuentros directos con Arturo Beltrán Leyva, líder del cártel, quien murió durante un enfrentamiento en Cuernavaca con fuerzas federales en diciembre de ese año.

La acusación ofrece el testimonio de una fuente anónima que explica cómo el ex policía mantenía reuniones "mensuales" con Arturo Beltrán Leyva, en las que también estaban "funcionarios de alto rango del gobierno mexicano y agentes de seguridad" y en las que todos recibían "millones de dólares" para garantizar su lealtad y que protegieran los intereses del cártel.

En concreto, se mencionó una cita de 2009 en la que Beltrán informa a los funcionarios de su preocupación porque creía que su organización estaba infiltrada por un colombiano que trabajaba como informante de la DEA y que había facilitado el aseguramiento de cargamentos de toneladas de cocaína.

Según esa misma fuente de la acusación, Reyes Arzate reveló al capo la identidad de dicha persona por lo que Arturo Beltrán, delante del ex policía, ordenó secuestrar, torturar y matar al informante. Posteriormente, pagó a los tres funcionarios presentes tres millones de dólares.

Supuesta relación entre Galilea Montijo y Arturo Beltrán-Leyva

De acuerdo con el libro periodístico Emma y las otras señoras del narco, de la periodista Anabel Hernández, Galilea Montijo tuvo un romance con Arturo Beltrán Leyva, mejor conocido como El Barbas.

De acuerdo con el libro periodístico Emma y las otras señoras del narco, de la periodista Anabel Hernández, Galilea Montijo tuvo un romance con Arturo Beltrán Leyva, mejor conocido como El Barbas.

El libro narra, después de varias entrevistas con testigos –por ejemplo uno de los ex guardias del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva–, que su amorío duró dos años. Esta era una relación considerada como seria, pues la mantenían en privada.

El capo presuntamente llenaba a la tapatía de regalos lujosos y accesorios de diseñador. Uno de los regalos más costosos que supuestamente le obsequió fue un ostentoso reloj Rolex.

Además, según el libro, su relación se llevaba a cabo con bajo perfil, por lo que sus encuentros se llevaban en casas privadas, una de ellas en Cuernavaca y otra en la Ciudad de México.

“Él tuvo una relación seria, de mucho tiempo, con Galilea Montijo, de hecho, la ayudó a sacar a su hermana de la cárcel… a mí me tocó mirarla tres veces por eso me consta. ¿Verdad?”, aseguró el miembro del cártel que prestó la casa en Cuernavaca.
“Le podría decir sin exagerar que la relación duró al menos dos años. Le regalaba relojes y joyas… Siempre iba bien vestida, elegantemente, en una ocasión la miré con pantalón y en dos ocasiones con vestido pegados y muy elegantes. Las tres ocasiones con abrigo”, aseguró el testigo a la periodista.


DMZ

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