El crimen organizado en México acrecienta el número de actos ilícitos y una continua cifra de integrantes capaces de perpetrarlos. Mediante el tráfico de personas o con grandes cantidades de dinero, grupos delictivos logran reclutar a gente desde una edad temprana para la comisión de los mismos.
Si bien, los delincuentes incorporan a sus asociaciones a todo tipo de personas, reclutar a niños y adolescentes se ha convertido en una práctica recurrente, por la vulnerabilidad de los menores para ser explotada por las organizaciones criminales.
Cuando existe alguna resistencia para ser reclutados, el "fichaje" se lleva a cabo bajo amenazas, fraudes, engaños y uso de la fuerza.
Grupos criminales en México
En entrevista con MILENIO, Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y El Caribe, hace referencia a que el escenario de guerra persistente en el contexto actual de México, recae en el control de territorios que ejecuta el crimen organizado.
"Tenemos un contexto de guerra, que se traduce en grupos del crimen organizado, o (como) le(s) llamamos en Derecho Internacional 'grupos armados no estatales' que tienen control territorial (...). Por otra parte, tenemos a un Estado frágil vinculado en redes de corrupción a esta guerra y grupos criminales", comenta.
De acuerdo con InSight Crime, en el territorio mexicano operan las organizaciones delictivas más grandes y violentas; además, están catalogadas en un alto nivel de sofisticación por la manera en que trafican con narcóticos, personas y armamento.
Si bien, al 2020 se contabilizaban alrededor de 150 grupos delictivos en el mapa mexicano, se tiene conocimiento que son siete los principales cárteles que permanecen en disputa por los territorios: El cártel de Sinaloa, El cártel de Tijuana, Los Zetas, El cártel del Golfo, La organización Beltrán Leyva, La Familia Michoacana y El cártel de Juárez, figuran como los más influyentes y antiguos.
No obstante, en los últimos años han emergido otros grupos delictivos tales como: El cártel Jalisco Nueva Generación, Los Rojos, El cártel del Noreste, Los Caballeros Templarios y Los Viagra.
Pérez García menciona además que, la disposición de armas ilegales que circula en el país; la nula protección del Estado; el consumo de sustancias psicoactivas y, desde luego, la residencia en zonas geográficas con incidencia de grupos delictivos, son factores de riesgo para el reclutamiento forzado de menores de edad.
"Los niños, niñas, adolescentes y hombres jóvenes se necesitan para una guerra, o dicho de otra manera: "no hay guerra sin soldados", menciona.
Línea fronteriza: eterna disputa del crimen organizado
El norte de México es una de las zonas con mayor incidencia delictiva; la línea fronteriza supone un importante flujo de caravanas migratorias, fenómeno que también es aprovechado por los grupos criminales.
Los migrantes provenientes en su mayoría de América Latina y El Caribe, emprenden una ardua aventura en busca del llamado "sueño americano", sin embargo, cruzar la frontera no es labor sencilla, pues las autoridades migratorias de Estados Unidos han implementado medidas que dificultan y obstaculizan la llegada de extranjeros.
Estas estrategias han fomentado la proliferación de delitos en los estados del norte. El tráfico de migrantes, de armas, de menores y de drogas; así como los secuestros y homicidios constituyen algunas de las actividades delictivas en las que opera el crimen organizado en la frontera de México con Estados Unidos.
"El papel de México en el crimen organizado ha sido definido por el estado de su vecino, Estados Unidos, como la economía de consumo más poderosa del mundo. La frontera compartida de 3 mil 141 kilómetros históricamente ha constituido una de las rutas de contrabando más activas del mundo", describe InSight Crime en el artículo "Perfil de México".
Juan Martín Pérez comenta que si bien, se desconoce la cifra de niños y niñas migrantes que transitan en el territorio mexicano, existe la certeza de que el número de reclutados es alto, pues hace aproximadamente 10 años que la ruta migratoria está bajo posesión criminal.
¿Perpetradores o víctimas?
El reclutamiento forzado se sustenta en la comisión de crímenes "por rangos" de acuerdo a las edades. Los menores de edad son incorporados para cometer delitos que tienen que ver, en un inicio, con el "halconeo".
"A partir de la edad de 12 años, niñas, niños y adolescentes son encargados de observar y vigilar las denominadas “casas de seguridad”, espacios considerados seguros para el crimen organizado, donde ocultan dinero, armas y drogas, o utilizados para la comisión de delitos como la tortura, violación y desaparición forzada.", indica en un documento de Observatorio y Reclutamiento la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Pérez comenta que desde los 8 años, los niños pueden ser utilizados para cumplir el rol de "informantes". Por otro lado, es posible que los adolescentes sean vinculados a actividades que tengan que ver con la producción de droga, como la siembra y cosecha de marihuana.
Independientemente del crimen que se cometa, y aunque los menores se reconozcan a sí mismos como perpetradores, no dejan de ser víctimas, pues desde un inicio son obligados a ejecutar actos ilícitos de manera inconsciente.
"Aún cuando algunos de ellos puedan discursivamente decir que fue por voluntad cómo ingresaron -a cambio de un dinero, o por sentir que tienen poder- el reclutamiento forzado siempre es un delito, porque ningún niño o niña puede tener la condición psicológica ni legal para cometer un crimen", afirma el coordinador de Tejiendo Redes Infancia.
Infancias en manos del crimen
En el año 2014, conmocionó la captura de Ana Karen "N", una joven de 21 años de edad que había participado como "centinela" en el asesinato del ex secretario de Turismo de Jalisco, José de Jesús Gallegos.
La mujer, que desde temprana edad operaba con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) bajo el alias de La Chiva Loca, se desempeñaba como sicaria en el grupo criminal.
La Fiscalía de Jalisco logró detenerla, pero en el 2017 Bravo obtuvo un amparo, pues afirmó haber rendido declaraciones bajo tortura.
Por otro lado, la historia de un menor de identidad desconocida dada a conocer en el libro Un sicario en cada hijo te dio, causó impacto por la manera en que llegó a las filas de Los Zetas para realizar actos relacionados con secuestro, homicidio y tráfico de órganos.
El niño fue vendido por su madre en el norte de México a los 6 años de edad y para subsistir, vivió en un basurero. Sin embargo, tiempo después, fue inducido a pertenecer al "cártel de La Última letra"; a los 9 años ya contabilizaba una cifra numerosa de asesinatos.
¿Cuáles son los avances y desafíos?
El 4 de marzo del 2011, el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas pidió al Estado mexicano la tipificación del delito de reclutamiento forzado. Asimismo, solicitó la creación de programas de desvinculación o rescate de víctimas y la instauración de un plan hacia una cultura de paz. Dichas peticiones fueron negadas.
"No hay un reconocimiento de que esto es un delito internacional pese a que el Estado mexicano ha sido conminado en varias ocasiones para tipificar el crimen. Lamentablemente esto no se está atendiendo, hay impunidad en el crimen", expresa Juan Martín Pérez.
Pérez García explica que es necesario cambiar la estrategia de seguridad militarizada para detener la guerra y con ello, el reclutamiento. Por otro lado, la tipificación es importante para reconocer la calidad de víctimas y de esa manera, recibir un tratamiento especializado.
Es preciso destacar que la situación de víctimas no colocaría en impunidad los delitos, sino que el proceso sería diferente y con restitución de sus derechos.
Existen en total cinco proyectos de tipificación del reclutamiento forzado, tres en el Senado y dos en la Cámara de Diputados.
Actualmente se encuentra disponible una petición en línea que puede ser firmada a través de este enlace. Dicha solicitud está dirigida al Poder Legislativo y busca reconocer urgentemente el tipo penal de reclutamiento forzado para atender los casos y prevenir la aparición de nuevos.