"Esta madrugada en un operativo conjunto entre Fuerzas Estatales y Federales fue detenido el principal líder de un grupo criminal que operaba en la región Laja - Bajío del Estado de Guanajuato. Esta detención es un gran paso para recuperar la paz", fueron parte de las palabras con las que el gobernador Diego Sinhue Rodríguez informó a través de sus redes sociales en agosto de 2020 la captura de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro.
Tras meses siguiendo su rastro y diversas aprehensiones de su familiares que desataron jornadas violentas en distintos puntos del estado, el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima fue finalmente aprehendido en el poblado de Franco Tavera, del municipio de Juventino Rosas.
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Tras el fallido operativo que fuerzas castrenses desplegaron en Culiacán, Sinaloa para capturar a Ovidio Guzmán López -hijo de El Chapo- en octubre de 2019, la detención de El Marro figuró como el primer gran logro en materia de seguridad de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
De este modo, tanto el mandatario tabasqueño como autoridades estatales presumieron con bombo y platillo la aprehensión del líder criminal y la calificaron como el primer gran paso hacia la pacificación de Guanajuato, un estado que lleva al menos cinco años encabezando la lista de incidencia delictiva en el delito de homicidio y que se ha convertido en territorio de disputa para diversos grupos delictivos.
José Antonio Yépez Ortiz ingresó al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1 en el Estado de México, mejor conocido como el Penal del Altiplano y famoso por ser el de mayor seguridad en el país. No obstante, autoridades federales y estatales no contaban con que El Marro fue lo suficientemente astuto como para tener un Plan B en caso de ser aprehendido y, de este modo, dejar el futuro de su organización delictiva en manos de personas de su plena confianza: su familia.
Cártel de Santa Rosa de Lima: un negocio familiar
Aunque grandes organizaciones delictivas como el Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han apostado a las alianzas con bandas locales como uno de los métodos más efectivos para garantizar su expansión y dominio criminal, para José Antonio Yépez Ortiz la familia figura como la principal base del Cártel de Santa Rosa de Lima.
"El Cártel de Santa Rosa de Lima es una empresa familiar. Es una organización criminal que está constituida por los hermanos, parejas sentimentales, padres, primos de José Antonio Yépez y demás socios que forman parte de esta estructura que tiene un control de aproximadamente unos ocho municipios", explicó en entrevista con MILENIO, David Saucedo, consultor en políticas públicas y seguridad.
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De acuerdo con el especialista, la organización delictiva fundada por El Marro llegó a tener presencia en al menos 16 de los municipios que componen la región conocida como Laja - Bajío, sin embargo, tras la captura del líder criminal y el asedio tanto de grupos rivales como de autoridades, el Cártel de Santa Rosa de Lima se desconcentró y se atrincheró en los municipios restantes.
Si bien la aprehensión de José Antonio Yépez Ortiz figuró como un fuerte golpe para la organización delictiva, dicho suceso quedó lejos de ser un paso hacia la pacificación de Guanajuato, pues buscaron ajustar sus actividades y liderazgos para mantenerse vigentes.
La reconfiguración de la estructura del Cártel de Santa Rosa de Lima
El pasado domingo 7 de enero de 2023, en los límites de Celaya con municipios como Juventino Rosas, Villagrán y Cortázar se reportaron múltiples bloqueos carreteros y ataque armados que dejaron por lo menos una persona muerta.
De acuerdo con el comunicado de la Fiscalía General del Estado (FGE) los ataques fueron perpetrados por una organización delictiva que opera en la zona como represalia a la aprehensión de tres de sus integrantes, uno de los cuales se presume que es hijo de José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro.
Citando documentos de la Sedena filtrados por Guacamaya, el analista en seguridad David Saucedo señaló que diversas células del Cártel de Santa Rosa de Lima son operadas por familiares del líder criminal en Guanajuato, tal y como es el caso de Karem Lizbeth Yépez Ortiz -su hermana- que figura como jefa de plaza en Celaya.
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"Sabemos que desde prisión El Marro sigue dando instrucciones a su estructura criminal, específicamente al segmento del Cártel de Santa Rosa de Lima que está conformado por sus familiares", apuntó David Saucedo.
Dichos precedentes llevaron al consultor en seguridad pública a considerar que, previo a la captura de El Marro, el Cártel de Santa Rosa de Lima se caracterizó por tener una estructura vertical, es decir, José Antonio Yépez Ortiz era el único líder y fundador de la organización.
No obstante, actualmente la estructura de la organización delictiva se percibe como horizontal, lo que implica que existen diversas cabecillas que han asumido un rol prioritario dentro del cártel controlando las distintas plazas en donde tienen presencia.
"A raíz de la captura de El Marro, los distintos liderazgos que controlaban las plazas del Cártel de Santa Rosa de Lima tienen una estructura ya más horizontal [...] Es decir, la célula que controla Celaya, no es la misma que controla Acámbaro, la que está en Salvatierra no es la misma que está en Juventino. Es decir sí hay una confederación de familia y de distintos liderazgos que ejercen una presencia colegiada, es un liderazgo horizontal", explicó a MILENIO el consultor en seguridad pública David Saucedo.
El peculiar pero importante cambio en la estructura de la organización delictiva ha complicado las labores de autoridades estatales y federales para desarticularlo. Y es que, aunque se logre la detención de un importante líder, existen siete u ocho más que están trabajando en paralelo para mantener vigente a la organización delictiva.
Aliados y diversificación de actividades
Información expuesta en reportes de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) obtenidos tras el hackeo de Guacamaya Leaks y consultados por Óscar Balderas para MILENIO apuntan a que cabecillas del Cártel de Santa Rosa de Lima buscaron establecer alianzas con el Grupo Escorpión del histórico Cártel del Golfo para que los respaldaran en Guanajuato y, de este modo, impedir el avance del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El consultor en seguridad pública, David Saucedo, coincide en que otros grupos delictivos que operan en el país llegaron al estado a apoyar al herido Cártel de Santa Rosa de Lima, entre ellas destacó Cárteles Unidos de Michoacán y del Cártel de Sinaloa.
"Hicieron una alianza de todos unidos contra el Cártel Jalisco", aseveró el consultor de seguridad pública en entrevista con MILENIO.
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El Cártel de Santa Rosa de Lima también se mantiene vigente gracias a la coordinación que los líderes de sus plazas mantienen en la región, no obstante, dentro de los factores que también influyen destacan la base social de apoyo que tienen en algunos municipios, así como el apoyo de alcaldes y policías municipales.
De acuerdo con la explicación que David Saucedo dio en entrevista con MILENIO, la organización delictiva mantiene su presencia en Acámbaro, Salvatierra, Juventino Rosas, Villagrán, Tarimoro, Santiago Maravatio, Salamanca, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto y Cortázar.
Durante el tiempo que El Marro encabezó el Cártel de Santa Rosa de Lima, el extracto ilegal de combustibles de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la refinería de Salamanca figuró como su principal fuente de ingresos.
Dicha actividad llevó a José Antonio Yépez Ortiz a ser conocido también como el Rey del Huachicol en Guanajuato, no obstante y tras su captura, integrantes y líderes de la organización también han tenido que diversificar su actividades delictivas para continuar operando.
De este modo, actualmente el Cártel de Santa Rosa de Lima también incurre en delitos como el secuestro, la extorsión, robo a sucursales bancarias y a transportes de carga, además de que intensificó el narcomenudeo.
Además de los familiares de El Marro que han acaparado atención mediática luego de ser detenidos, es poca la información que se conoce del resto de las personas que conforman su árbol genealógico, tal es el caso de sus hijos.
No obstante, diversos episodios violentos que han tenido como epicentro municipios de Guanajuato dan cuenta de que el legado que José Antonio Yépez Ortiz dejó en el Cártel de Santa Rosa de Lima continúa vigente pese a su aprehensión y condena.
ATJ