Estados Unidos enfrenta actualmente una de las crisis de salud pública más grandes de su historia. ¿El culpable? Un diminuto pero letal opioide sintético que ha dejado más de 100 mil muertes por sobredosis en el país vecino: fentanilo.
La emergencia ha encendido las alertas de autoridades estadunidenses, por lo que sus agencias de seguridad han redoblado esfuerzos para frenar el tráfico ya no solo de drogas de origen vegetal como la marihuana o la heroína, sino también de las sintéticas.
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En los últimos años, la reconfiguración de distintas organizaciones delictivas sumada a otros factores -como la legalización del cannabis en algunos estados del país de las barras y las estrellas- abrieron la puerta a nuevos narcóticos cuyo bajo costo de producción y potentes efectos generaron un innegable cambio en el mercado internacional de las drogas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos tiene identificados al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como las organizaciones delictivas que se han encargado de encabezar meticulosas redes de tráfico de fentanilo y metanfetaminas en su país, una operación que tiene su origen en un antiguo pero poderoso líder criminal que durante la primera década de los 2000’s incursionó en la producción y distribución de drogas sintéticas.
Ignacio Coronel, el viejo socio de ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’
"Inteligente y valiente hombre nacido en Durango, como la gente de Villa, todo es real nada es mentira", se escucha en uno de los múltiples narcocorridos dedicados al ex líder del Cártel de Sinaloa.
Su nombre era Ignacio Coronel Villarreal y fue conocido en el hampa del país como Nacho, Nachito o El Ingeniero. Autoridades de Estados Unidos y de México difieren sobre el lugar en donde nació el ex líder criminal pues, mientras el Departamento de Estado señala que es originario de Veracruz, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asegura que nació en Durango.
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Nacho Coronel nació el primero de febrero de 1954 y fue durante los años ochenta que dio sus primeros pasos en el mundo del narcotráfico bajo las órdenes de Amado Carrillo Fuentes, quien en aquella época encabezaba el Cártel de Juárez.
Las habilidades y liderazgo del joven Ignacio rápidamente lo hicieron escalar peldaños dentro de la organización delictiva hasta llegar a controlar la plaza de Zacatecas. No obstante, tras la misteriosa muerte del también llamado Señor de los Cielos, Nacho Coronel optó por aliarse con Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, quienes ya se habían consolidado como líderes del Cártel de Sinaloa.
"Nacho Coronel dirigía las actividades delictivas para su organización en el occidente de la República, que comprende los estados de Jalisco, Colima y Michoacán, controlando el tráfico de cocaína a través de la denominada 'Ruta del Pacífico'", se lee en un comunicado emitido por la Sedena en julio de 2010.
En múltiples documentos judiciales de autoridades mexicanas y estadunidenses, Ignacio Coronel Villarreal fue identificado como un importante cabecilla de la organización delictiva, pues se encontraba únicamente por debajo de sus dos fundadores.
La incursión en las drogas sintéticas
El declive del Cártel de Guadalajara y la primera fuga de Joaquín Guzmán Loera de prisión fueron dos importantes factores para que a inicios de los años 2000’s el Cártel de Sinaloa se convirtiera en la organización delictiva más importante del país.
En su afán de mantenerse en la cúpula del narcotráfico en México, el también llamado Cártel del Pacífico estableció una poderosa alianza con otros líderes criminales para continuar operando en distintos estados de la República Mexicana y en la frontera con Estados Unidos.
La Federación -como fue conocido el conglomerado de organizaciones delictivas- estaba integrada por el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Juárez, el Cártel de Colima, el Cártel de los Beltrán Leyva y el Cártel del Milenio.
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Aunque Ismael El Mayo Zambada fue el encargado de encabezar al Cártel de Sinaloa, en dicha organización también ocuparon altos rangos otros narcotraficantes como Juan José Esparragoza Moreno -alias El Azul- y, por supuesto, Ignacio Coronel.
Mientras las organizaciones delictivas aliadas y sus socios se enfocaron en continuar traficando marihuana y cocaína, Nacho Coronel le apostó a un mercado que, aunque en aquella época había sido poco explorado, años más tarde se convertiría en un imperio criminal: las drogas sintéticas.
Rápidamente, Ignacio Coronel Villarreal fue nombrado como El Rey del Cristal por su incursión en la producción de metanfetaminas, un potente estimulante que afecta directamente el sistema nervioso central.
Información difundida por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) apuntó a Nacho Coronel como el responsable de controlar la fabricación de más del 50% de las drogas sintéticas que llegaban a Estados Unidos en aquella época.
Tras múltiples investigaciones, la agencia antinarcóticos aseguró también que el ex líder del Cártel de Sinaloa había logrado instaurar y operar más de una decena de laboratorios clandestinos para la fabricación de la droga sintética en los territorios que controlaba.
Reportes de prensa de la época incluso señalaron al empresario chino Zhenli Ye Gon como un importante socio de El Rey del Cristal pues, supuestamente, habría sido el encargado de proporcionarle efedrina, una sustancia utilizada para la fabricación de metanfetaminas.
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La incursión de Nacho Coronel en el mercado de las drogas sintéticas también quedó expuesta tras una investigación realizada por el Grupo de Trabajo Antidrogas contra el Crimen Organizado adscrito a la DEA.
De acuerdo con un comunicado difundido por la agencia antinarcóticos, fue un operativo denominado como "Operation Baja Kings" que lograron incautar en territorio estadunidense cargamentos importantes de cocaína y clorhidrato de metanfetamina.
"Una de las incautaciones de 'hielo cristalino' pesaba aproximadamente 80 libras, tenía una pureza del 90% y se considera como una de las mayores incautaciones por parte de las autoridades estadunidenses", se lee en el boletín también compartido por el Departamento de Estado.
En 2003 un Gran Jurado Federal en el Distrito Oeste de Texas emitió una acusación en contra de Ignacio Coronel Villarreal por los cargos de conspiración para importar y poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada.
“La familia es sagrada”
Un bajo perfil y agilidad para incursionar en nuevos mercados fueron el sello distintivo del líder criminal, no obstante, Nacho Coronel terminó de ganarse la confianza de El Chapo y El Mayo luego de que, tras la ruptura de La Federacióny la salida del Cártel de los Beltrán Leyva, El Rey del Cristal tomó partido a favor del Cártel de Sinaloa.
Aquella decisión provocó la furia de Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, quien decidió aliarse con el sanguinario cártel de Los Zetas para disputarle a sus viejos socios el control de estados como Jalisco, Michoacán y Guerrero.
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En un intento de desestabilizar la célula que encabezaba Nacho Coronel, sicarios del grupo delictivo de la última letra asesinaron a Alejandro Coronel, hijo del líder criminal que tenía tan solo 16 años el día de su muerte.
El contraataque del capo del Cártel de Sinaloa consistió en secuestrar a la esposa de Héctor Beltrán Leyva, no obstante y al contrario de sus enemigos, Nacho Coronel entregó sana y salva a la mujer con un mensaje que fue recuperado por medios de comunicación locales:
“Nosotros te vamos a enseñar a ser hombre y a respetar a la familia, asesino de niños. Aquí está tu esposa, por la que te negaste a responder: te la entrego sana y salva para que veas y aprendas que para nosotros la familia es sagrada”.
La muerte de ‘Nacho’ Coronel y el nacimiento del CJNG
En el año 2006, el expresidente panista Felipe Calderón llegó a la aclamada Silla del Águila con la promesa de combatir a la delincuencia organizada con una violenta "Guerra contra el Narcotráfico" como estrategia de seguridad.
Aunque diversas investigaciones y el juicio que su ex secretario de seguridad, Genaro García Luna, enfrentó en Estados Unidos han confirmado que durante su sexenio el Cártel de Sinaloa fue favorecido, en 2010 murió abatido Ignacio Coronel Villarreal.
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A través de un comunicado la Sedena informó que, derivado de un intenso trabajo de inteligencia militar, se desplegó un operativo para aprender al ex líder del Cártel de Sinaloa en la colonia San Javier en Guadalajara, Jalisco.
Fue durante el despliegue de las Fuerzas Armadas que Nacho Coronel intentó evadir su detención y agredió a personal militar con arma de fuego, provocándole la muerte a un elemento e hiriendo a otro más. "Al repeler la citada agresión falleció el referido capo", se lee en el comunicado.
En el lugar de los hechos se aseguró armamento, joyas y vehículos que fueron puestos a disposición de las autoridades, sin embargo, nadie imaginó que la caída del ex líder del Cártel de Sinaloa se convertiría en un episodio clave para el surgimiento de otra poderosa y peligrosa organización delictiva: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Y es que, en vida, Nacho Coronel controlaba las plazas de Jalisco y Michoacán en alianza con el Cártel del Milenio, el cual encabezaban Luis Valencia Valencia y Óscar Nava Valencia, alias El Lobo quienes a su vez tenían como subordinado a un hombre que cambiaría la historia del narcotráfico en México para siempre: Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Tras la caída de Nacho Coronel, el control de las plazas que coordinaba quedó a la deriva, una situación que el joven Mencho aprovechó para independizarse y formar su propia organización, la cual actualmente es considerada como una de las más poderosas y prolíficas que opera en México e, incluso, en otros países.
Aunque Nacho Coronel no logró tener la atención mediática que han acaparado capos como El Chapo Guzmán, su carrera delictiva es crucial para comprender no solo la reconfiguración que ha existido entre cárteles en México sino también el cambio en el mercado internacional de las drogas, cuyos estragos figuran como una amenaza latente para cualquier sociedad que las enfrente.
ATJ