El narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, también identificado como 'El Grande', narró que en el 2006, los cárteles en México hicieron una tregua para repartirse al país, lo que ayudó a que trabajaran "muy bien" y aumentaran sus ganancias; sin embargo, esto duró menos de un año.
En su segundo día en la silla de los cooperantes como testigo del caso United States vs Genaro García Luna, el narcotraficante dio a conocer diversos detalles sobre la operación de cárteles durante ese mismo año y su relación con funcionarios de alto nivel, como el ex secretario de Seguridad Pública federal.
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'El Grande' narró las traiciones, secuestros y asesinatos que hubo en ese entonces, presumiblemente bajo la mirada complaciente de las fuerzas de seguridad encabezadas por García Luna y su organigrama más directo, primero en la Agencia Federal de Investigaciones, y posteriormente en la Secretaría de Seguridad Pública.
Uno de estos, sucedió luego de que fuerzas federales no querían liberar un decomiso de cocaína hecho a la asociación de El Lobo Valencia y los Beltrán Leyva.
“Entonces en un rancho donde entrenábamos sicarios también preparamos cocaína falsa" dijo el testigo quien también platicó cómo hacían dicha mezcla con harina y azúcar, humedecidas con acetona y éter, "aplicándoles barniz para que brillara una vez ya seca".
Comentó que dicho cargamento lo llevaron al Manzanillo para cambiarla por la cocaína verdadera y después de eso, Arturo Beltrán Leyva "estaba muy contento, "pues había recuperado su cargamento casi sin pérdida".
Asimismo, el testigo reveló algunos de los avisos que les enviaban comandantes de la AFI o de la Secretaría de Seguridad Pública para evitar que fueran detenidos.
"Un ejemplo fue en la boda de 'La Barbie', en Acapulco. Ballardo nos avisó que harían un operativo así es que, aunque la fiesta se hizo, no fue nadie, ni siquiera el novio", se quejó.
El Grande confesó que incluso, Genaro García Luna les había dado el contacto de un ciudadano de Israel en la Ciudad de México para comprar equipo de espionaje.
No obstante, fue la parte donde presuntamente Arturo Beltrán Leyva secuestró a Genaro García Luna en una carretera en Morelos, la que despertó la atención.
"Ya habían capturado a Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, y como cada que Arturo hablaba con El Chapo y El Mayo nos caía el Ejército, es cuando nos dimos cuenta de la traición", dijo.
Narró que se llevaron a García Luna a una casa de seguridad en Morelos donde le reclamaron sobre su preferencia sobre la fracción contraria, pues el funcionario ya no quería responder sus llamadas.
Finalmente, los soltaron pero antes quitaron a los guardias del funcionario todos los cargadores de sus armas.
- ¿Y Arturo Beltrán Leyva siguió pagando al acusado luego de ese secuestro?- inquirió la fiscal.
- "Si", repondió el testigo antes de agregar que el llamado Barbas, "se había ofrecido pagar todos los sobornos del cartel, con tal de que cesaran lo que él consideraba eran ataques sobre su grupo".
Como dicha embestida sobre la fracción de los Beltrán Leyva no cesaba, El Grande recordó la orden dada por de Arturo de mandar matar a los comandantes que trabajaban para El Chapo y El Mayo Zambada.
"Conseguimos las llaves de la casa de Edgar Millán y un “pistolero lo esperó dentro y lo mató2, afirmó.
Insistió que Beltrán Leyva ordenó matar al Jesús El Rey Zambada, quien estaba a cargo de las operaciones en la Ciudad de México, pero como Sergio Villarreal les recomendaba que no lo hiciera, pues le parecía una mala idea, pactaron entregarlo a las autoridades.
Luego de que este mismo testigo asegurara haber infiltrado al grupo de El Rey, “fuimos con uniformes de la SIEDO a uno de sus domicilios donde luego de un enfrentamiento los detuvimos” dice antes de relatar cómo después entregaron a la policía de la ciudad de México y a verdaderos agentes de la SIEDO al detenido.
FLC