Los cárteles de la droga mexicanos cruzaron fronteras y han extendido su ola asesinatos, torturas, extorsión, corrupción y tráfico de personas en mil ciudades de Estados Unidos.
Para ese propósito han usado a Texas como principal punto de entrada de cargamentos de mariguana, cocaína, metanfetamina, éxtasis y heroína, además de que es punto de partida de sus rutas de distribución.
De acuerdo a documentos de inteligencia del gobierno de México a los que MILENIO tuvo acceso, etiquetan a nueve cárteles como "organizaciones criminales transnacionales" que han establecido alianzas con bandas locales norteamericanas para continuar con sus actividades ilícitas en aquel país.
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Identifican a dos grandes organizaciones criminales: Sinaloa y Jalisco Nueva Generación; y siete remanentes de: Tijuana, Juárez, Beltrán Leyva, Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, Golfo y Los Zetas.
Explican que la violencia en Estados Unidos relacionada con las drogas provenientes de México se ha disparado en los últimos años a medida que las organizaciones han competido por el control de las rutas de contrabando.
"En la actualidad, México es un importante productor y proveedor del mercado estadunidense de heroína, metanfetamina y mariguana y el principal país de tránsito de la cocaína vendida en los Estados Unidos. Las actividades delictivas de estas organizaciones criminales transnacionales mexicanas se extienden mucho más allá de los pueblos y ciudades de la frontera, también a lo largo de las rutas del tráfico de drogas hasta mil ciudades de los Estados Unidos".
"Las organizaciones criminales transnacionales mexicanas han exhibido muchas características del crimen organizado, como estar organizadas en células distintas y controlar células subordinadas que operan en todo Estados Unidos", detalla el reporte de las autoridades nacionales.
La DEA se queda corta
En su Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2020 (NDTA), la Administración de Control de Drogas (DEA) dio a conocer que los cárteles mexicanos son la mayor amenaza del narcotráfico para Estados Unidos al operar en al menos 62 ciudades.
Lo anterior al establecer diversas rutas de transportación, operar con capacidad avanzada de comunicación y con fuertes afiliaciones con grupos criminales estadunidenses.
“Las actividades criminales de estas organizaciones van más allá del tráfico de drogas y tienen una repercusión negativa en la seguridad y bienestar de los ciudadanos de Estados Unidos”, detalló
La dependencia norteamericana coincidió con las nacionales en que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación son las organizaciones con mayor extensión dentro de los Estados Unidos. Sin embargo, también apuntaron a otras siete agrupaciones delictivas las cuales, aseguró, se han apoderado del mercado de drogas en aquel país.
DMZ