En algún momento entre 2021 y 2023, el francés Bocar "N" se convirtió en el agente aduanal mejor pagado en todo París.
Además de su sueldo como trabajador raso en el aeropuerto Charles de Gaulle, recibía cada mes unos 16 mil euros –o 320 mil pesos mexicanos– que lo colocaban entre la clase alta europea. Su secreto era que ese segundo salario lo pagaba un cártel mexicano que buscaba conquistar el mercado de drogas en la hoy sede de los Juegos Olímpicos 2024.
La tarea de Bocar "N", un ex soldado de 35 años que ingresó a la aduana como especialista en informática, consistía en ser el último eslabón de lo que autoridades galas llaman “el truco de los pasajeros fantasmas”: el crimen organizado en México compraba boletos para falsos turistas que arribarían a la Ciudad de la Luz, pero nunca subían al avión.
En su lugar, documentaban sus maletas repletas con cocaína que Bocar "N" descargaba en el más importante aeropuerto parisino y las entregaba a los socios franceses de sus jefes y narcotraficantes mexicanos. Por esa acción, el agente aduanal cobraba unos 4 mil euros por maleta. Y, en promedio, dejaba pasar una valija por semana.
Un burócrata millonario, según las pesquisas de la Policía Judicial de Versalles, pero también un engrane más en la ruta narcótica entre México y París.
Siempre nos quedará París
“París es importante especialmente porque es nuestra capital y el principal mercado de consumidores de drogas. También es un cruce internacional con sus estaciones y aeropuertos, muy importantes para los flujos de drogas. Es una ciudad mundial que por su prestigio atrae a los traficantes mexicanos”, reconoce el senador francés Jérôme Durain en una entrevista exclusiva con MILENIO a unas horas de la inauguración de la máxima justa deportiva mundial.
El senador Durain ha estado en el ojo público en los últimos meses más que en otro momento de su carrera debido a que presentó ante la Cámara Alta francesa un reporte en el que advierte la “mexicanización” de su país, es decir, que el poder de los cárteles de las drogas siga aumentado hasta tal grado que las autoridades se vean rebasadas e incapaces de contener la violencia.
Con él coinciden influyentes despachos privados como Osprey, dedicados a la seguridad aérea global: sólo el año pasado, el gobierno francés incautó 92 toneladas de drogas, principalmente mariguana y cocaína provenientes de América Latina.
“Fuentes abiertas han destacado la existencia de una ruta aérea de drogas entre México y Francia desde hace varios años, incluso antes de la pandemia, como parte de la estrategia de los carteles de drogas latinoamericanos para expandir su mercado a Europa”, asegura en exclusiva Mathilde Tisserand, experta en seguridad aérea en Osprey.
“La mayoría de los narcóticos enviados desde América Latina comúnmente llegan a París, la capital. La mayoría de los vuelos internacionales aterrizan en el aeropuerto de Charles de Gaulle, el más grande de Francia con más de 100 aerolíneas operando. También es el aeropuerto más concurrido en todo el país y el tercero en Europa. Desde allí, los traficantes pueden distribuir fácilmente los narcóticos al resto del país por tierra, ya sea por carretera o por tren”, abunda la especialista.
También —comenta— hay evidencia de tráfico de drogas desde México a otros países europeos, como España, donde los cárteles tienen presencia. Y que, desde allí, o desde otro país europeo, los narcóticos sean transportados a París por tierra.
“Por ejemplo, a mediados de mayo de 2024, la policía española desmanteló un grupo de tráfico de drogas en la región de Valencia, dirigido por el Cártel de Sinaloa, que transportaba metanfetamina en vehículos, escondida en dobles fondos, a otros países europeos. Aunque los informes no mencionan los destinos exactos, es posible que parte de ella haya sido introducida de contrabando en París”, asegura Mathilde Tisserand.
La Ciudad de la Luz con sus restaurantes de lujo, sus palacios, museos y glamour, es la joya de la corona para decenas de mafias internacionales que saben que el mercado de drogas francés vale entre 3 y 6 mil millones de euros al año. Y los cárteles mexicanos van ganando esa lucha incluso frente a criminales europeos como la mafia italiana 'Ndrangheta, la albanesa o la Mocro Maffia con sede en Países Bajos.
“El profesor Bertrand Monnet, docente de economía y estudioso del crimen organizado, nos dijo a los senadores que no sabe si los cárteles mexicanos son los principales exportadores de la cocaína consumida en Francia, pero ciertamente son los mejores exportadores. Este peso se explica por el papel de México en la producción mundial, así como por la relativa proximidad geográfica entre algunos de nuestros territorios de ultramar –en el Caribe especialmente– y México”, continúa el legislador del Partido Socialista.
En más de seis meses de investigación sobre las drogas en su país, el senador Jérôme Durain encontró que, además de cocaína, las metanfetaminas que se venden en la Polinesia Francesa provienen mayoritariamente de laboratorios clandestinos situados en México, específicamente en el Pacífico.
Sus datos apuntan a que los socios de los cárteles mexicanos en Francia venden un gramo hasta en 2 mil 500 euros, es decir, 50 a 60 veces más caro que en Estados Unidos. Por eso han convertido a París en su objetivo: por ser un país rico y ciudad turística y acaudalada, los consumidores pagan más dinero por las mismas dosis.
“Los cárteles han intentado introducir el fentanilo en Francia, pero esta droga sigue siendo relativamente poco presente en nuestro país”, reconoce monsieur Jérôme Durain. “En total, se han registrado no menos de 897 de estas nuevas drogas sintéticas a nivel europeo. Porque Europa es ahora un lugar de producción donde se han establecido decenas de laboratorios clandestinos: el peligro está a nuestras puertas”.
L'invasion mexicaine
Hace un año, en julio de 2023, Anne Milgram, la jefa de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, anunció que tras una investigación global su oficina había encontrado que los cárteles mexicanos tenían unos 45 mil facilitadores e intermediarios en las 50 entidades de la Unión Americana y en más de 100 países del mundo. Francia, el anfitrión de los Juegos Olímpicos 2024, estaba en esa lista negra.
“Ha habido advertencias de que los cárteles mexicanos, incluidos el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, están colaborando con redes criminales locales para facilitar la distribución de drogas, incluida la metanfetamina, en toda Europa”, afirma Mathilde Tisserand.
“Yo no dispongo de información pública para confirmar que son esos los dos cárteles que están en París. Pero si la DEA lo afirma... ¡Podemos imaginar que hay algo de cierto!”, secunda el senador socialista.
Sin embargo, los informes de inteligencia criminal aseguran que los cáreles mexicanos no sólo han infiltrado el aeropuerto parisino Charles de Gaulle; también los otros tres de la capital francesa, es decir, el Orly, Le Bourget y París Beauvais.
Los comunicados policiales apuntan a que los dos primeros son las principales embajadas del crimen organizado aprovechando la concurrencia y las conexiones internacionales: los traficantes de drogas esperan que el personal de seguridad no pueda revisar a fondo a todos los pasajeros, equipajes y cargamentos, incluidos los de puntos críticos como las conexiones de vuelos directos con el Caribe francés, una ruta aérea ampliamente utilizada por narcotraficantes mexicanos.
Y si no desean depender del caos y la saturación de usuarios en los aeropuertos, los cárteles mexicanos compran a funcionarios aduaneros que quieran hacer el trabajo sucio a cambio de miles de euros que se recuperan solos por el valor del mercado negro.
Como Bocar "N", intachable inspector admirado por sus compañeros, hasta que la mañana del 8 de marzo de 2023 fue sorprendido por policías que habían confirmado en silencio su participación en el esquema de tráfico de drogas “el truco de los pasajeros fantasmas”.
Su confesión da una idea de la importancia de la ruta narcótica entre México y París: “yo era el ángel de la guarda del cártel”, dijo el policía corrupto tras ser detenido. Un ángel caído, mientras la droga sigue fluyendo hasta la casa de los Juegos Olímpicos 2024.
MO