Caso Javier: la desaparición que avivó las precarias condiciones de los jornaleros indígenas en México

El menor de tres años de edad fue reportado como desaparecido el miércoles 15 de mayo. Casi dos semanas después, autoridades de Guanajuato confirmaron su hallazgo sin vida.

Caso Javier: la desaparición que expuso nuevamente las precarias condiciones de los jornaleros indígenas en México | Milenio
Anel Tello
Ciudad de México /

Una oleada de indignación se ha desatado entre la opinión pública luego de que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato informó el hallazgo de restos humanos en una zona de sembradíos de la ciudad de León. Fue cuestión de tiempo para que la dependencia confirmara la identidad de la víctima.

Se trató de Javier, un menor indígena de tres años que fue reportado como desaparecido desde el miércoles 15 de mayo en los límites del municipio con La Romita. Tras casi dos semanas de búsqueda, sus familiares fueron notificados sobre el hallazgo.

"El día de hoy la familia, en conjunto de las organizaciones de la sociedad civil que la han acompañado en la búsqueda, participaron en el proceso de notificación emocional con perspectiva intercultural, diligencia en la que se dió a conocer que a través del trabajo interdisciplinario de los laboratorios de Servicios de Investigación Científica y de la Unidad de Identificación de Personas Fallecidas se estableció que los restos óseos humanos localizados corresponden a Javier", señaló la FGE de Guanajuato en un comunicado conjunto.

Aquel boletín puso fin a la incansable búsqueda que los padres del pequeño emprendieron tras verlo por última vez hace diez días, empero, el caso también volvió a exponer las precarias condiciones en las que laboran cientos de jornaleros migrantes en México, mismas que han dejado a múltiples generaciones de infantes en un estado de vulnerabilidad.

Paso a paso: la desaparición de Javier

El menor de edad desapareció mientras sus padres trabajaban | FGE Guanajuato

La sombra de un árbol del municipio de León resguardaba de las altas temperaturas al pequeño Javier mientras sus padres trabajaban su respectiva jornada laboral en los surcos de tomatillo el miércoles 15 de mayo. Nunca se imaginaron que esa sería la última vez que verían a su hijo con vida.

La familia, originaria del pueblo Ñuu Savi de las montañas de Guerrero, viajó hasta el estado de Guanajuato junto a decenas de personas que, al igual que ellos, forman parte de una dinámica de migración interna que los lleva a distintos campos agrícolas a trabajar para llevar el pan a su mesa.

DAto...

En castellano Ñuu Savi significa "pueblo de la lluvia" y desde siglo XVI los españoles llamaron a la región como La Mixteca.

La región ocupada por los mixtecos cubre un área aproximada de 40 mil kilómetros cuadrados y abarca parte de los estados de Guerrero, Puebla y en mayor porción de Oaxaca, según datos del Gobierno de México.

En cuestión de minutos y a pesar de que el menor de tres años se encontraba a escasos metros de donde trabajaban sus padres, tanto Anselmo como Maura lo perdieron de vista.

Al no tener señales ni rastro del pequeño Javier, sus familiares realizaron el reporte a la policía La Romita, no obstante, trascendió que la respuesta que obtuvieron por parte de las autoridades no fue pronta ni adecuada, por lo que ellos comenzaron la búsqueda por su cuenta.

Según un recuento de los hechos realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), tras no obtener resultados de su exploración en el campo y sus alrededores, la familia solicitó el apoyo de organizaciones de la sociedad civil y de la Secretaría del Migrante y Enlace Internacional de Guanajuato (SEMIG).

Con apoyo de personal de dicha dependencia y de la Comisión de Búsqueda Estatal, el jueves 16 de mayo se presentó ante la FGE la denuncia por la desaparición de Javier. No fue sino hasta la noche de ese mismo día que se emitió el boletín de búsqueda y la alerta Ámber.

La búsqueda y la exigencia de organizaciones civiles

Colectivos y organizaciones civiles se organizaron para buscar al menor de edad | Redes sociales / X @Tlachinollan
Los días siguientes a aquel 15 de mayo de 2024, los familiares del menor de tres años organizaron jornadas de búsqueda por su cuenta hasta que el 19 de mayo el Centro de Desarrollo Indígena Loyola (CDIL) los respaldaron para solicitar una jornada de exploración ampliada en el lugar de los hechos. 

La búsqueda duró desde las 10:00 am hasta las 19:00 horas y contó con la participación de peritos de la FGE, personal de la Comisión Estatal de Búsqueda, Protección Civil, colectivos de Madres Buscadoras, la célula de Búsqueda Municipal, la Procuraduría de Protección Integral de Niñas, Niños, adolescentes y el cuerpo de bomberos.

Personas de la sociedad civil también se sumaron a las investigaciones en comunidades aledañas para distribuir panfletos con la ficha de búsqueda del pequeño Javier.

El contexto de los altos índices de desapariciones y homicidios en Guanajuato encendió las alertas de organizaciones civiles que se unieron para exigir la pronta localización del menor de edad.

"Es urgente una investigación exhaustiva del móvil para dar con las personas responsables de la desaparición, establecer una estrategia integral que incluya un plan de acción y un cronograma, para la búsqueda exhaustiva y especializada de Javier, así como la colaboración e intercambio de información entre autoridades ministeriales y comisiones de búsqueda en el marco de la Búsqueda Individualizada", expuso en un comunicado el 21 de mayo Redim.
DATO...

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas (RNPDNO) citado por Redim señaló que en 2023 hubo un promedio de 25 reportes de personas desaparecidas de 0 a 17 años de edad en México.

En el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador suman 7 mil 910 niñas, niños y adolescentes que han sido reportados como personas desaparecidas.

A la exigencia de la localización del pequeño Javier se sumó también la oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU-DH), la cual expresó su preocupación por la desaparición del menor de edad partiendo desde la premisa de que la niñez requiere de una protección especial.

Fue a través de su cuenta de X (antes Twitter) que el órgano se pronunció respecto a la desaparición de Javier en Guanajuato y el asesinato del niño Dante en Tabasco, dos casos que vislumbraron la violencia de la que son víctima los infantes en el país.

El hallazgo del cuerpo y la línea de investigación

Autoridades localizaron restos humanos en León | Archivo

Diez días después de que fuera reportada la desaparición del pequeño Javier, la Fiscalía de Guanajuato informó que la mañana del sábado 25 de mayo fueron localizados segmentos anatómicos en una zona de cultivo de León, Guanajuato.

Luego de que los Servicios de Investigación Científica y de la Unidad de Identificación de Personas Fallecidas realizara los análisis correspondientes, las autoridades confirmaron que se trató del menor de tres años cuyos familiares llevaban buscando casi dos semanas.

De acuerdo con la información de la FGE, la línea de investigación que se sigue para esclarecer el caso es que el pequeño Javier fue atropellado y falleció a causa de las heridas que le habría provocado el hecho. Adicionalmente la dependencia puntualizó que a los familiares se les compartió la mecánica corroborada hasta el momento con los datos de prueba recabados.

Será cuestión de tiempo para que autoridades estatales brinden información acerca de lo que sucedió con el pequeño Javier y, de ser el caso, detengan a quien resulte responsable por su fallecimiento. En tanto, la historia del menor indígena de tres años volvió a avivar la exigencia de justicia y de mejoras para las condiciones que miles de jornaleros migrantes padecen diariamente en México.

Las infancias indígenas, migrantes y jornaleras de México

Más de 15 mil jornaleros llegan todos los años a Nayarit para cortar la hoja de tabaco | Especial

La migración interna en México contempla el desplazamiento de un conjunto de población por un lapso de tiempo variable de su lugar de residencia cuyo traslado debe tener la intención de satisfacer necesidades o una mejora en la calidad de vida.

"La situación de los migrantes en los campamentos es de multiculturalidad; en estos coexisten indígenas que pertenecen a etnias del sur, centro, norte y mestizos de todo el país [...] las identidades construidas a partir de un territorio definido históricamente y de una memoria colectiva -como es el caso de los grupos indígenas- se ve afectado con la migración. El ir y venir de los niños origina que los marcos referenciales de su grupo se vean afectados en cuanto a sus conductas, creencias y actitudes", expone un artículo publicado por el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C de Hermosillo, Sonora.

El ensayo académico realizado por Francisco Fernando Durazo Salas señala que la migración interna indígena en el país -como es el caso del de la familia del pequeño Javier- está relacionada con el mercado de trabajo rural, el cual tiene como características que es intensivo, de baja percepción salarial, sin prestaciones ni servicios

"La precariedad del trabajo jornalero agrícola generó un contexto de exclusión y vulnerabilidad social para muchas familias rurales campesinas", apunta.

Éste fenómeno más allá de transitorio se convirtió también en una característica inherente de grupos sociales que padecen extrema pobreza, destacando los pueblos indígenas y jornaleros agrícolas por la complejidad que adopta su migración y por los patrones o causas que la generan.

Todo comienza con el reclutamiento en comunidades indígenas de jornaleros, en donde les ofrecen salarios altos, apoyo en hospedaje y traslados. La realidad es que los medios de transporte utilizados no ofrecen las mínimas condiciones de seguridad para el viajero y en el campo son acomodados en galerones de lámina acanalada y de piso de concreto o tierra cuyas condiciones de hacinamiento ocasiona dificultades para una sana convivencia.

Existen campos en los que se contratan únicamente a familias y otros en los que se opta mantenerlas por separado. Cualquiera que fuera el caso los servicios mínimos que supuestamente deberían ofrecerse son agua, energía eléctrica, regaderas comunes, sanitarios, hornillas, guardería, escuela primaria y servicio médico.

Muchos de los jornaleros han tenido que migrar a otros campos agrícolas. (Cuartoscuro)

Riesgos para la salud y seguridad relacionados con la falta de equipo de protección adecuado, capacitación insuficiente, extensas jornadas laborales y las altas temperaturas figuran como algunos de los obstáculos que las personas migrantes enfrentan en este tipo de empleos.

De acuerdo con el artículo La experiencia de los niños indígenas jornaleros agrícolas migrantes en el noreste de México (2020) buena parte del crecimiento económico de las principales regiones agrícolas del país se encuentra esencialmente en las familias indígenas migrantes de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Veracruz, Michoacán y Chiapas, mismas que son sometidas a procesos de explotación laboral y a una constante discriminación.

Las precarias condiciones en las que viven estas familias tienen un impacto directo en el desarrollo de cada uno de sus integrantes y, en los peores casos, implican también un riesgo a su propia integridad física dejando a su paso casos como el del pequeño Javier cuya historia se convirtió en un ejemplo más de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra este sector de la población.

ATJ 

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