La venta a precios accesibles de artefactos para modificar armas como la Glock fortalecerán la capacidad de fuego de delincuentes y bandas criminales pequeñas, generando un incremento en diversos delitos como el homciidio y lesiones dolosas por arma de fuego.
Así lo afirmó el especialista en seguridad e inteligencia Armando Rodríguez, luego de que MILENIO publicó que en internet se oferta hasta en tres mil pesos un Glock Selector Switch, interruptor diseñado para pistolas Glock que permite transformar la pistola semiautomática en una potente ametralladora.
En entrevista, dijo que es preocupante que grupos del crimen organizado como el Cártel de Sinaloa diseñen este tipo de artefactos, pero que lo es aún más que estos dispositivos estén al alcance de pequeños delincuentes y células delictivas.
“Lo que me parece más preocupante incluso que los grupos del crimen organizado es que esté accesible para pequeños delincuentes que se dedican a extorsionar en la Ciudad de México, Zacatecas, Jalisco, Nuevo León, que van a tener acceso a estos dispositivos adaptados a armas como la glock que es de muy fácil acceso.
“Esto lo que va hacer es darle mejor capacidad a pequeños delincuentes o pequeñas banda criminales que operan la extorsión, el robo a transportista, el robo a negocio. Esto me resulta preocupante porque tiene un impacto más directo sobre la sociedad”, destacó.
Señaló que la creación de este tipo de dispositivos se debe a una alta demanda de grupos criminales por mejorar su capacidad de fuego para enfrentar a organizaciones rivales y las corporaciones de seguridad.
“Los grupos criminales hacen lo que pueden para mejorar su capacidad de fuego y poder también ser más eficaces en sus procesos de control territorial, contención de autoridades, control de grupos criminales más pequeños y por supuesto ejecuciones de sus actos particularmente violentos y homicidios”, indicó.
El experto abundó en que la modificación o diseño de dispositivos para mejorar armas no es nuevo en los grupos de la delincuencia organizada, sin embargo, precisó que esto se debe a la falta de marcos regulatorios para la producción y la venta de estos artefactos.
“Hay otra cuestión ahí que es el tema regulatorio. No existen regulaciones ni capacidades institucionales para contener la producción y la venta de este tipo de artefactos, lo cual implica un reto muy importante no sólo para las instituciones de seguridad sino también para quienes se encargan de regular las leyes en el congreso y específicamente quienes se encargan de establecer los marcos regulatorios”. finalizó el especialista.
VRM