Decían que iban a heredar el trono de su padre en una sucesión pactada, pero han tenido que pelearlo a muerte. Cazados por Estados Unidos, perseguidos por militares mexicanos, atacados por los capitanes del Mayo –y hasta por el Tío Aureliano–, asediados por enemigos fuera de Sinaloa. Los Chapitos conservan todavía, a pesar de todo, gran capacidad de fuego para pelear largos meses la corona que aseguran merecer siendo hijos del Chapo Guzmán.
De los cuatro peligrosos hermanos sólo quedan dos en libertad, los más violentos de la camada: Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, de 41 y 38 años. Los ‘narcojuniors’ más buscados por enviar toneladas de fentanilo a Estados Unidos. Ambos han reacomodado sus tropas para arrasar con quienes pretendan cobrarles la traición del 25 de julio, cuando su medio hermano Joaquín entregó al Mayo en el perímetro de El Paso, Texas, donde fue encarcelado por el gobierno de Joe Biden.
Pero la tarea no ha sido fácil. Desde el 9 de septiembre la guerra estalló entre ambas facciones. El Cártel de Sinaloa se dinamitó. Los Chapitos han iniciado una “limpia” de disidentes por todo Culiacán con el objetivo de encumbrarse como el futuro grupo criminal más importante de México. Ambas facciones pelean los tres mercados negros más lucrativos del planeta: armas, drogas y migrantes indocumentados.
DOMINGA accedió a una lista elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional en el sexenio anterior, que rastreó a 10 caudillos que lideran el bando de Los Menores, como también son conocidos, en medio de una ola de violencia que azota a Culiacán.
Hace unos días, MILENIO publicó la historia de los 11 capitanes de El Mayo que pelean contra Los Chapitos. Ahora traemos la contraparte.
Estos 10 caudillos lideran a combatientes con alma de mártires, tienen arraigo en zonas estratégicas, contactos de alto nivel; y lo más importante, tienen millones para fondear la guerra de sus socios, según confirma una fuente que compartió este documento creado en instalaciones militares. En orden alfabético, por apellido, repasamos la decena mortal que cobija el poder del Chapito y Alfredito.
‘Los Chapitos’ reciben armas y mercenarios de Colombia
El sudamericano Jobanis de Jesús Ávila Villadiego está en la lista creada por el Ejército. En nuestro país su alias es poco conocido, pero en Colombia la enunciación de El Chiquito Malo provoca terror, lo ubican como el líder del Clan del Golfo, la organización criminal más grande de aquel país; infame por sus ataques a civiles con granadas, masacres y la extorsión a universidades bajo el disfraz de “impuesto de guerra semestral”.
El año pasado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo incluyó en la lista negra de sanciones económicas y personas bloqueadas para hacer negocios en suelo estadounidense, debido a sus envíos masivos de drogas que terminan en la Unión Americana.
Específicamente, se le ubicó como aliado de Los Chapitos por enviar hasta Sinaloa armas, dinero y mercenarios adiestrados por las Bacrim –una abreviación colombiana para las “bandas criminales” que surgieron de los grupos paramilitares– para entrenar a los jefes de plaza mexicanos en estrategias castrenses como emboscadas, retiradas y asaltos relámpago.
Según la Policía Nacional de Colombia, un cálculo conservador de su fortuna rondaría entre los seis y ocho mil millones de dólares. Su patrimonio vería un incremento sustancial, si su inversión en el triunfo de Los Chapitos en Culiacán se vuelve una realidad.
José Ángel Cannobio Inzunza, El Güero. Sólo cuatro años mayor que Iván Archivaldo. Junto a su hermano, Jorge Abraham El Bronto, se le considera uno de los asesores más astutos de la fracción creada por los hijos del Chapo. Empezó trabajando con el hijo del Azul Esparragoza –cofundador del Cártel de Sinaloa–. El Azulito lo habría convencido de dejar el negocio de la venta de autos de lujo para entrar al del trasiego de las drogas ilícitas.
“En esta lista sólo hay uno más violento que Iván Archivaldo y ese es El Güero”, afirma la fuente consultada por este reportero. “Cuando usted vea algo horrible en Culiacán y diga ‘ah, caray, eso jamás lo había visto’, seguro fue idea de él”. Los militares lo describen como un hombre educado en relaciones internacionales, fluido en inglés, hábil para los negocios fuera de México y millonario de bajo perfil que ha fondeado campañas políticas por todo Sinaloa sin importar el partido político.
Jorge Humberto Figueroa Benítez, El 27. Tiene 33 años y ocupa el tercer lugar de la lista. El periodista Luis Chaparro aseguró que este caudillo fue quien amarró al Mayo Zambada en la parte trasera de una camioneta para trasladarlo sin sobresaltos a un avión que lo llevaría a un aeródromo en Texas. “Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me colocó una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y esposaron”, se lee en una carta atribuida a Zambada dada a conocer por su abogado Frank Pérez.
El también apodado La Perris subió en el organigrama a jefe de seguridad de Los Menores en noviembre de 2023, cuando Néstor Isidro Pérez Salas fue capturado por las Fuerzas Armadas y su puesto quedó vacante.
El 27 se mantuvo al frente del brazo armado ‘Los Ninis’ en Culiacán, pero el 22 de septiembre pasado salió de la ciudad para operar a distancia, luego de casi ser detenido tras un operativo que el Ejército lanzó en Tres Ríos. Este 4 de octubre volvió a escapar de la mirilla militar, la cual desplegó elementos por tierra y aire para detenerlo en Angostura, Sinaloa.
“Armado, peligroso y reactivo”, así es retratado en el documento de inteligencia militar. Pero “escurridizo” bien podría añadirse a su descripción.
‘Los Chapitos’ mantienen su fortuna en criptomonedas
Mario Alberto Jiménez Castro, El Kastor. Su captura vale un millón de dólares. La Defensa Nacional copió en su ficha el retrato que le hizo la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) en abril pasado: lavador de criptomonedas y responsable del tráfico de fentanilo. Desde 2022 es operador de Los Chapitos en Nueva York, Boston, Denver y otras ciudades estadounidenses.
Es la cabeza de un grupo de criminales que recoge miles de dólares en efectivo en suelo estadounidense y luego deposita esos billetes en carteras con criptomonedas controladas por otros líderes de alto nivel. Una operación hormiga que todos los días se mueve para que a Los Chapitos no les falte dinero para continuar con su ofensiva. Su poder económico está reflejado en un dato: entre agosto de 2022 y febrero de 2023, retiró casi un millón de dólares en bitcoins y otras monedas virtuales en un sólo movimiento.
Samuel León Alvarado, El León es el quinto caudillo, encargado de conquistar la plaza de Los Ángeles, California, así como Ohio, Michigan y Pennsylvania, una región azotada por el fentanilo de contrabando, pero que ha producido millones de dólares en ganancias para el Cártel de Sinaloa. Representa la combinación de poder y dinero.
Su detención también vale un millón de dólares por la DEA. Además de ser un hábil traficante y almacenador de fentanilo, se le considera peligroso por la base social que tiene alrededor de Culiacán: si los jefes están en apuros, su tropa toma las calles.
Pedrito Loaiza N. Hijo de don Pedro Loaiza, leyenda del narcotráfico y hombre temido y respetado, por igual, en Sinaloa. Don Pedro es pariente lejano del coronel Rodolfo Tostado Loaiza, gobernador de Sinaloa entre 1941 y 1944, así como asesor de confianza del Chapo en la batalla a muerte contra Los Zetas entre 2004 y 2008. Hábil traficante de drogas por aire y “filántropo” de la vieja escuela que conseguía el favor de los vecinos pagando por su cariño.
Pedrito Loaiza creció junto a otros hijos de capos sinaloenses como El Mini Lic –hijo de Dámaso López– y Los Chapitos, con quienes forjó una profunda amistad. Tan cercanos que en el juicio contra El Chapo, un exmilitar conocido como El Memín, secretario particular de Guzmán Loera, afirmó que este sexto caudillo estuvo en reuniones de alto nivel para preparar la mítica fuga de julio de 2015 del Altiplano.
Pedrito no sólo opera en Sinaloa y mantiene un duro control sobre las aduanas en Belice, pelea junto a Los Menores las rutas del desierto de Sonora, que también son disputadas por capitanes del Mayo Zambada, como Los Salazar.
Las armas que alimentan la guerra de ‘Los Chapitos’
Juan Pablo Lozano N., El Camarón. El séptimo caudillo y único en la lista en contar con doble nacionalidad. Es mexicano y gringo. Su captura vale unos 20 millones de pesos que saldrían de la chequera de la DEA. Es buscado por traficar para Los Chapitos: mueve fentanilo, pero su negocio más importante está en mover armas de alto poder para que la capacidad de fuego del Chapito y Alfredito nunca decaiga.
Como encargado del arsenal y municiones, ha acumulado dinero y conexiones en agencias estadounidenses. Y gracias a su doble nacionalidad cruza la frontera de manera regular con ayuda de funcionarios corruptos en ambos países. Y si no lo hace él, lo hacen sus subalternos que comercializan armas: Barret 50, M134 Minigun, AR-15, AK-47, lanzagranadas, drones explosivos y armas cortas para combates cuerpo a cuerpo.
Cuando pisa territorio mexicano, va suministrando armamento a los demás aliados. Cada brazo armado agradece su llegada.
Óscar Noé Medina González, El Panu. El mejor amigo de Iván Archivaldo, el protector de Jesús Alfredo, el exconsejero de Joaquín –el chapito que entregó al Mayo– y antiguo cabeza de escoltas de Ovidio.
El Panu, de 41 años, es un jefe de seguridad con una encomienda: convocar a la base social para que tomen las calles en caso de un arresto de primer nivel. En otras palabras, es el orquestador de los “Culiacanazos” (término para referirse al caos desatado por el crimen organizado en la capital de Sinaloa –o en cualquier ciudad– para obligar al gobierno a soltar a un Chapito –o cualquier criminal– a cambio de no atacar a civiles).
Su poder se expandió cuando adoptó como brazo derecho a su tocayo Óscar Gabriel Martínez Larios, alias El Gabito o El 80, el líder de un regimiento de jóvenes que ha adoptado como enemigos personales a los otros brazos armados que defienden al Mayo. Mantiene un bajo perfil, pero es igual de sanguinario que su jefe. Culiacán y Mazatlán son sus terrenos. A tal grado que el cantante de corridos tumbados, Luis R. Conriquez, ya le dedicó una canción que forma parte de su álbum Corridos Bélicos Vol 2: “El Gabito”.
Liborio Núñez Aguirre, El Karateca. El caudillo de mayor edad –tiene 67 años – y noveno en la lista. Si El Mayo tiene como aliado al Guano, Los Chapitos tienen al Karateca, quien está en el Top 10 de los narcotraficantes más buscados por la DEA.
Su poder es una cartera abultada, como la mayoría de los traficantes de fentanilo de alto nivel que hacen negocios en Estados Unidos. Con su dinero financia las actividades de Los Chapitos, pero su verdadera fortaleza está en sus muchas propiedades en México que sirven como escondites, casas de seguridad, bodegas o señuelos.
“El poder de este señor es muy grande. Él puede dejar que le quiten casas o le incauten bodegas a cambio de pactos con el gobierno y no pasa nada, tiene mucho dinero. Compra más, si el Ejército o la Marina se las quita. Con sus mansiones hace negociaciones para que toda su gente no sea tocada”, afirma la fuente militar consultada.
El último caudillo es un fantasma. No tiene nombre ni apellido, pero sí alias: El Gavilán. El cantante Peso Pluma le dedicó recientemente un corrido en el que lo describe como el líder de un gentío de “puro exmilitar” y dependiente de “Los Guzmán”. Sobre él hay versiones, no verdades. La más aceptada en Sinaloa es que se formó en las filas de los infames hermanos Gil Acosta, ‘El 200’ y ‘El 300’, a quienes la fiscalía estatal acusa de matar gente como si Sinaloa estuviera sobrepoblada. Unos dicen que es un desertor de las áreas de élite del Ejército mexicano; otros que tiene formación de kaibil.
Su llegada refuerza la seguridad de Los Menores en la capital sinaloense. El Ejército mexicano le atribuye que, horas después del último viaje del expresidente Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa, apareciera una camioneta con ocho cadáveres en su interior. En la blanca carrocería se leía el mensaje “Bienvenidos a Culiacán”.
Estos son los mandos supremos de cada fuerza armada y financiera de Los Chapitos en la lucha más descarnada que han enfrentado hasta el momento. Representan el poderoso arsenal con el que buscan ganar una guerra: gente, dinero y armas.
GSC/ATJ